Inseguridad y narco, las causas, consideran organismos internacionales
Jueves 6 de octubre de 2011, p. 10
La democracia en México se encuentra en su peor nivel desde hace 10 años, revela el Índice de Desarrollo Democrático de América Latina 2011, elaborado por la Fundación Konrad Adenauer Stiftung y la consultora Polilat, pues su calificación en esa medición pasó de 6 mil 340 puntos en 2002 a 4 mil 925 en 2011.
Las causas del declive se encuentran en el problema de la inseguridad, el narcotráfico y la desigualdad social, entre otros factores, señaló Jorge Arias, director de la consultora, quien calificó a los dos primeros como grandes amenazas a la democracia latinoamericana, siendo México y Brasil los países más afectados
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También destacó que una vez superada la crisis internacional de 2009, la recuperación de índices económicos y sociales no mejoró las libertades y la calidad de vida de los ciudadanos, que son pilares fundamentales del desarrollo democrático.
El reporte 2011 se refiere a la lucha contra el narcotráfico iniciada por el gobierno de Felipe Calderón y señala que la violenta respuesta de los cárteles, que al mismo tiempo pelean a muerte con sus rivales por las rutas hacia Estados Unidos, ha generado un clima de violencia que alcanza a muchas víctimas inocentes, entre ellas niños.
Dicha situación, puntualiza, ha restado apoyo popular a la guerra contra el tráfico de drogas, en medio de preocupaciones sobre hasta dónde llegarán los crímenes. El alto grado de violencia es un factor que golpea fuertemente a la democracia mexicana y, desde un punto de vista electoral, al oficialismo.
La limitación de derechos y libertades que la lucha contra el narcotráfico establece es muy alta en México y condiciona fuertemente el desarrollo democrático. El hecho de que se registraran alrededor de 10 mil muertos de enero a octubre de 2010, habla claramente de esta situación, refiere.
Otro elemento que influye en el declive de México es el asedio a los periodistas. De hecho considera, con base en un informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que México es el país de América más peligroso para la prensa. En la última década, 66 trabajadores de la comunicación fueron asesinados y 12 han desaparecido.
Estos ataques han tenido como consecuencia una autocensura cada vez mayor y que en vastas regiones del país los reporteros dejen de cubrir noticias criminales, lo que ha derivado en una verdadera crisis que afecta el derecho a la libertad de expresión y el acceso a la información.