Las librerías mexicanas se encuentran en estado embrionario en cuanto a la revolución digital que vive toda la cadena de la industria editorial, advirtió René Solís, director del boletín electrónico Quincena de Libros, quien ofreció la conferencia magistral con la que se inició el Encuentro de Libreros en el Museo de Arte Popular.

Vivimos una revolución absoluta, digital, en todo lo que respecta a la cadena empresarial del libro en el mundo y que comenzó con el aspecto de producción editorial que transformó la forma en cómo se hacen los libros y ya está teniendo gran impacto en el modo en que operan las bibliotecas y la digitalización de sus acervos, aseveró Solís, profesor universitario y especialista en mercadotecnia.

En las librerías esos cambios han tenido grandes repercusiones con la venta en Internet, con Amazon como su principal ejemplo, y aquellas empresas que venden en la red. Cambios que, por cierto, el lector ha aceptado y ha optado por leer en formatos digital o en el tradicional.

“Mi impresión general es que en México estamos muy atrasados no en la parte de producción editorial, ya que ha sido tan obvio su beneficio para las editoriales que ha sido adoptada por toda la industria con un enorme avance en cuanto a la rapidez de producción de libros; estamos atrasados en cuanto a bibliotecas –40 por ciento de esos recintos públicos del país no tienen Internet–, y en cuanto a librerías, que aun las que ofrecen algún libro digital no es una parte importante. Creo que ni siquiera estamos en pañales, sino embriónicos en esta revolución digital en las librerías.”

Es el momento de que los libreros analicen los pros y los contras de entrar en este proceso, que busquen profesionalizarse, decidan si van a especializarse o bien hallar nuevas formas de acceso al mercado: por ejemplo, si la librería está cerca de un centro educativo vender los títulos, nuevos o usados, que se utilicen en esa institución, optar por la venta de saldos para aumentar ingresos.

Financiamiento y estímulos

Arturo Ahmed Romero, director del Instituto de Desarrollo Profesional para Libreros (Indeli), subrayó que las circunstancias comerciales para la venta de libros en librerías y grandes superficies necesita un nuevo modelo en las negociaciones, sobre todo porque hoy el comercio del libro ya no se da solamente en librerías físicas, sino que está inmerso en un nuevo sistema de venta electrónica en tiendas virtuales, redes sociales y demás medios electrónicos”.

Tenemos la competencia del libro digital y en los años recientes se ha hablado mucho de las crisis del sector, desde multitud de puntos de vista, pero creemos necesario avanzar hacia un modelo de análisis más integrado que vislumbre una salida conjunta para los diferentes actores que operan en el mismo, los libreros parece que están en una constante crisis y demandan respuestas de los poderes públicos, los editores se enfrentan con nuevas armas comerciales y jurídicas a los nuevos escenarios de la crisis, los distribuidores replantean sus campos de actuación y su política de descuento ante la crisis.

Llamó a no caer en el inmovilismo por un exceso de análisis paralizante y comenzar a tomar decisiones, pues no hay peor decisión que la que no se toma, el futuro ya no es pasado más inflación. Se hace necesaria una nueva forma en la comunicación entre libreros y editores.

Durante el encuentro, organizado por el Indeli con apoyo de la Secretaría de Cultura del Distrito Federal, se analizaron también temas como el financiamiento y estímulos para la creación de librerías, la Ley de de Fomento a la Lectura y el Libro del DF y el Sistema de Información Normalizada para el Libro.