Miércoles 5 de octubre de 2011, p. 35
Tokio. A siete meses de la catástrofe nuclear en Japón se detectaron irregularidades hormonales en las glándulas tiroides en 10 de 130 niños analizados que residen cerca de la planta atómica de Fukushima, informó ayer la agencia de noticias Kyodo. No podemos decir que los niños están enfermos. Deberán ser observados en el largo plazo
, dijo un portavoz de la Fundación Chernobyl en Japón, que junto al hospital universitario Shinshu realizó pruebas a niños hasta de 16 años. Después de un accidente nuclear el yodo radiactivo desprendido puede influir en el funcionamiento de la glándula tiroides, aumentando el riesgo de cáncer. El pasado 11 de marzo la central de Fukushima sufrió graves daños por el terremoto y posterior tsunami, que causó la muerte de más de 15 mil personas.