Los Ángeles, 4 de octubre. Un farmacéutico dijo que Conrad Murray, médico personal de Michael Jackson, le compraba propofol y crema blanqueadora de piel destinada a sus pacientes afroestadunidenses, al declarar el martes en el juicio al doctor, acusado de homicidio involuntario de la estrella.

Tim López, de Las Vegas (Nevada), recibió en marzo de 2009 una orden por 40 tubos de pomada blanqueadora Benoquin de Murray, quien le habría dicho al farmacéutico que tenía pacientes afroestadunidenses que deseaban usarla.

El 6 de abril, satisfecho con los resultados, Murray volvió a contactarlo para ordenarle el envío a una dirección en Santa Mónica de 10 frascos de propofol de 100 mililitros y 25 frascos de 20, además de otra orden de Benoquin igual a la de marzo, contó López en la Corte Superior de Los Ángeles.

Insomnio crónico

Murray es acusado del homicidio involuntario de Jackson, quien murió por una intoxicación de propofol, que usaba para aliviar su insomnio crónico.

La parte acusadora busca demostrar la negligencia del doctor a la hora de la muerte del músico, mientras la defensa afirma que Jackson se administró a sí mismo la sobredosis del sedante.

La fiscal Deborah Brazil mostró una factura en la que Murray realizaba otra orden, también en abril, por 65 frascos de propofol.

Poco antes, en la corte, Nicole Álvarez, actriz que conoció a Murray en 2005 y con quien éste convivía en la época en que murió el Rey del pop, dijo que el doctor recibía paquetes con frecuencia en su residencia en Santa Mónica. No todos los días, pero de vez en cuando llegaban cajas enviadas a su nombre.

En la segunda semana del juicio también dio su testimonio una camarera de Houston (Texas) con quien el cardiólogo de 58 años había estado saliendo.

En la mañana del 25 de junio de 2009, a las 11:51 horas locales, el doctor telefoneó a Sade Andine desde la casa de Jackson en el oeste de Los Ángeles, pero se quedó hablando sola al coincidir la llamada con el colapso del cantante.

Luego de intercambiar saludos, “empecé a contarle sobre mi día y de pronto me di cuenta de que no me respondía. Dije ‘Hola, hola’, y escuché murmullos, voces y toses, pero nadie respondía”, señaló la camarera.

Álvarez destacó a la fiscal Deborah Brasil su emoción por que su entonces novio fuera el médico personal de la superestrella. Contó que una vez Conrad Murray concertó un encuentro para presentarle a su paciente: Fue una sorpresa, no sabía lo que pasaba, me quedé muda, ¡no podía creerlo!

Rutina del cardiólogo

Dio detalles de la rutina del doctor, quien se iba a trabajar a la casa del cantante hacia las 21 horas y volvía en las mañanas cerca de las 9 o 10 horas. Cuando comenzó a trabajar para Michael volvía antes, a las 6, pero luego empezó a regresar más tarde, dijo.

La actriz también tenía planeado acompañar a Murray a Londres, donde Jackson iba a dar una serie de conciertos para los que ensayaba cuando murió.

La semana pasada, los testigos dieron cuenta de la caótica escena que tuvo lugar la mañana del día en que murió Jackson. Alberto Álvarez, asistente del artista, declaró que Murray le pidió que le ayudara a sacar unos frascos y una bolsa de suero que contenía una sustancia de color blanco lechoso.

El propofol tiene un color blanquecino, y el cantante solía referirse a él como mi leche.