El proyecto Estampas, Independencia y Revolución, que se generó como parte de la celebración por el bicentenario y el centenarios de esas gestas nacionales, auspiciado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), consiste en una edición de cien carpetas con obra de los artistas contemporáneos de la estampa mexicana más relevantes, así como una escultura de Leonora Carrington, asevera a La Jornada Octavio Fernández Barrios, director del Museo Nacional de la Estampa.

–¿Cuál es el propósito del proyecto?

–Con motivo de las efemérides de 2010 nos propusimos reflexionar sobre los procesos histórico-culturales que forjaron el destino y el carácter de la nación mexicana. Muy de la mano, la historia de la gráfica nacional se ha creado con los ideales de un fuerte compromiso social y responsabilidad civil, a partir de un principio de libertad, de resistencia.

“Para concretarlo se contó con la participación de varias instituciones y se articuló en diversos centros de producción gráfica que operan con fondos públicos, debido a que el proyecto es cultural y sin fines de lucro; las carpetas no serán comercializadas.

“La edición –explica Octavio Fernández–, se compone de 100 carpetas idénticas. Cada una contiene 52 estampas de igual número de artistas, numeradas y firmadas. Se reúnen 5 mil 200 obras, más 2 mil 600 como pruebas de autor y de taller, para sunar 7 mil 800 trabajos.”

Libertad para crear

–¿Cómo se gestó el proyecto?

–Se contó con la colaboración de instituciones federales y estatales, públicas y privadas, impresores y de manera determinante con el apoyo y participación de creadores de varias generaciones.

Los artistas gozaron de plena libertad, sin condicionamiento sobre la temática, el tratamiento o la intención. La invitación se limitó a reflexionar sobre los procesos históricos y su significación contemporánea. Se sugirió, en cuanto a resolución técnica y conceptual, trabajar en tinta negra, a manera de homenaje a la memoria visual colectiva de la Independencia y la Revolución, aclara.

Se utilizaron tres formatos para elegir el que mejor se adaptara a sus intenciones, aunque esto significara más complicaciones técnicas. En cuanto a la especificidad de la resolución, se dejó vía libre tratando de cubrir un amplio espectro de técnicas, desde las calcográficas hasta las digitales, de acuerdo con la especialidad de los impresores y los talleres.

–¿Cómo se eligió a los artistas participantes?

–La intención fue reunir una muestra representativa de la producción artística contemporánea, con creadores de todas las generaciones, desde consagrados hasta noveles.

–¿Qué talleres participaron?

–Las estampas se realizaron de manera simultánea. Los talleres brindaron todas las facilidades e infraestructura para la producción de las obras.

“Los talleres, que garantizaron la óptima calidad mediante cuerpos de impresores profesionales y la infraestructura necesaria, son los del Museo de la Estampa, de Toluca; La Ceiba Gráfica, en Veracruz; el Museo José Guadalupe Posada; el Taller de Estampa Básica y Avanzada; el Antiguo Colegio Jesuita de Pátzcuaro, y el Centro de Producción Gráfica La Parota, entre otros.

“Gráfica UNO, del legendario impresor Giorgio Upiglio, en Milán, el taller Gráfica Bordes y el de Francisco Limón también participaron.

–¿Cuál es la finalidad de la edición de 100 carpetas?

–La mitad será incorporada a los acervos de las instituciones participantes en el proyecto, como el INBA, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes; la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE); secretarías o institutos de Cultura estatales; centros de producción gráfica; instituciones educativas públicas y privadas –entre ellas el Centro de Cultura Casa Lamm y la Universidad de Veracruz–; Talleres Gráficos de México; la Secretaría de Gobernación, y la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados.

“La otra mitad se obsequiará a las naciones con las que México tiene relaciones diplomáticas. lo que permitirá que artistas nacionales tengan presencia en las colecciones públicas más importantes del mundo.

“Este proceso es gradual y tiene varias etapas. Pero quisiera destacar que estamos enormemente complacidos y honrados por la recepción internacional que ha tenido el proyecto.

“Donde ya está lista la donación es en el British Museum; en la National Gallery, de Australia; el International Print Center, de Nueva York, así como recintos de Nueva Zelanda, Cuba, Venezuela, Argentina, Uruguay y Paraguay.

–¿La colección se puede ver?

–Sí, se exhibe en el Instituto Matías Romero, de la SRE.

–La imagen del proyecto utiliza el águila constituyente, que últimamente ha sido muy utilizada, casi podemos decir desgastada, ¿es por alguna razón en especial?

–Sí, mi bisabuelo, el coronel Gabriel Lojano Palacios, fue militar de carrera y diputado constituyente en 1917, al lado de Venustiano Carranza. Fue una manera de recordarlo.