Madrid, 3 de octubre. E, en una carta de disculpas divulgada este lunes, el director de cine mexicano Arturo Ripstein atribuyó a su caracter irascible las duras críticas que lanzó la semana pasada contra el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, al cual tildó de subnormal y poco serio.

Enojado porque su película Las razones del corazón se quedó fuera del último palmarés del festival donostiarra, Ripstein había afirmado en una entrevista al diario vasco Gara: Éste era un festival realmente serio, era de los cinco de Europa y, de pronto, es subnormal.

Este lunes se dio a conocer una carta abierta, en la cual el cineasta calificó su actitud de penoso asunto, que le gustaría dar por terminado. De no ser yo colérico, nunca habría ocurrido, manifestó.

Habló la ira. Esa furia agónica de la derrota. Y la ira es como una borrachera. No la pude controlar, lamentó el cineasta, dos veces ganador de la Concha de Oro, máximo galardón de San Sebastián.

“Para hablar de mí el adjetivo ‘irascible’ es el frecuente. Y es cierto. Soy pasional”, reconoció.

En la entrevista a Gara, Ripstein había calificado de lamentable al jurado de la última edición del festival donostiarra, que otorgó la Concha de Oro a la película española Los pasos dobles, de Isaki Lacuesta.

De su presidenta, la actriz estadunidense Frances McDormand, afirmó que no ha salido nunca de Pensilvania, y calificó a su compatriota, el guionista Guillermo Arriaga, de enemigo personal, por el hecho de ser mexicano.

También arremetió contra el director de cine español Álex de la Iglesia, al que acusó de represalias por la victoria que Ripstein le arrebató en 2000 en este mismo festival.

La dirección del encuentro en este momento ha logrado convertirlo en un festival en vías de desarrollo, insistió Ripstein, y aseguró: Me da muchísima pena, porque es un lugar que me gustaba muchísimo, y no volveré.

El director subrayó su remordimiento en la carta abierta. Era una entrevista donde dije lo que dije, me arrepiento una vez más, y mucho, aseguró.

Confieso que me arrepiento de algunas de las películas que he perpetrado, pero me arrepiento muchísimo más de las entrevistas que he dado. Siempre que las he leído, parecen dichas por otra persona, un poco más imbécil que yo. Y eso me da mucha vergüenza, reconoció.

El director de Profundo carmesí concluyó la carta con una cita de Jorge Luis Borges: No es que tenga razón, es que así soy...