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Impulsa experto alianza de museos contra los recortes a la cultura en Italia

Comienza itinerario en Bolonia la máxima retrospectiva dedicada al arte povera

Reúne 250 obras alusivas a ese movimiento artístico, creadas de 1967 a 2011

Hoy los directores de espacios museísticos ha entendido que la competencia es dañina, aseveró Germano Celant

Especial
Periódico La Jornada
Martes 4 de octubre de 2011, p. 5

Bolonia. La inauguración de la magna muestra Arte povera 2011, hace unos días en el Museo de Arte Moderno de Bolonia (MAMbo), marca el comienzo de la mayor retrospectiva dedicada a este movimiento que, junto al futurismo, es considerado la expresión artística italiana más influyente del siglo XX.

Se trata de un despliegue de nueve exposiciones, de 250 obras que van de 1967 a 2011 en ocho ciudades de la península, que abarcan todo el territorio de norte a sur: además de Bolonia, Turín (Castillo de Rívoli), Milán (Trienal), Bérgamo (obra que estará integrada en el contexto urbano de la antigua ciudad), Roma (MAXXI y GNAM), Nápoles (MADRE) y Bari (Teatro Margherita), con inicio y duración alterna para finalizar en febrero de 2012.

El curador de la exposición, Germano Celant, crítico de fama mundial, actualmente curador del Museo Guggenheim de Nueva York y colaborador de las revistas Artforum e Interview, es el teórico y promotor del movimiento, así como creador de ese proyecto inédito en Italia.

Celant explicó, en conferencia de prensa, la necesidad de un trabajo de colaboración y no de rivalidad entre la red museística de Italia, para promover y dar a conocer a los artistas italianos en el extranjero, ya que una acción de este tipo tiene necesariamente impacto a escala internacional.

“El proyecto –manifestó Celant– lo concebí cuando era director de la Bienal de Venecia en 1997, pero por falta de museos sólo pude ofrecer un espacio público dedicado al arte italiano. Hoy la nueva generación de directores de museo ha entendido que la competencia es dañina, que no paga y que es importante colaborar.”

Celant y sus aliados han logrado una fórmula autosustentable para hacer frente a la grave crisis económica en Italia y a la consecuente falta de apoyos para la cultura.

Al respecto, el especialista aseveró que el Estado no aportó más que 2 mil euros para la muestra de Roma, en la GNAM, pues no tuvo patrocinio privado. Cada museo, de acuerdo con su propio presupuesto institucional, armó la exposición según sus posibilidades, indicó.

Hito en la Galería de’Foscherari

En las sedes donde hará escala Arte povera 2011 se mostrará un momento significativo de esta corriente estética, ligada a la ciudad de que se trate o a la peculiaridad del espacio.

De Bolonia se recuerda la exposición que se montó en la Galería de’Foscherari de febrero a marzo de 1968, poco después de la presentación oficial del movimiento, en la cual participaron todos sus integrantes con excepción de Jannis Kounellis.

Esa muestra fue determinante, porque desató el debate crítico para explicar y fundamentar en el plano teórico al movimiento, empezando por la publicación del catálogo hasta las distintas conferencias que se efectuaron a lo largo de ese año por críticos como Calvesi, Barilli y Guttuso, las cuales también se publicaron.

Ahora, en la realización de Arte povera 2011 se han invertido 80 mil euros y se dedica un espacio a los textos que recuerdan la enorme importancia que la imprenta tuvo para su institucionalización, así como para el desarrollo del movimiento, concebido, más que como mero documento, como obra de arte.

El núcleo de la muestra lo forman 34 obras, muchas de las cuales se mostraron en 1968, y otras que refuerzan el conocimiento de aquella producción temprana, la cual da testimonio del la fase povera en stricto sensu, ya que Celant declaró el final del movimiento en 1971, para que cada uno de sus exponentes viviera su experiencia individual.

Foto
Una de las obras de arte povera, que forma parte de la exposición inaugurada en el BoloniaFoto Alejandra Ortiz

De tal momento están presentes obras famosas, como la Venus de los harapos (1967), de Michelangelo Pistoletto; Alpes Marítimas (1968), de Giuseppe Penone; Iglú con árbol (1968-69), de Mario Merz; Piso: tautología (1967), de Luciano Fabro; Panettone (1967/1993), de Alighiero Boetti, y Un metro cuadrado de tierra (1967), de Pino Pascali.

La museografía es deliberadamente inexistente, ya que recrea las exposiciones de entonces. Sin embargo, las obras logran sostenerse a partir de lazos y equilibrios y, en ciertos casos, pareciera que algunas han sido seleccionadas para enriquecer el efecto poco espectacular, propio del arte conceptual.

La proyección de fotografías de los llamados trece fantásticos, casi todas de la época a cargo del fotógrafo Paolo Mussat Sartor, familiariza al espectador con los integrantes del arte povera antes de comenzar la visita, como al final del recorrido lo hace el documental Las palabras del arte povera, de Beatrice Merz y Sergio Ariotti.

Expansión actual

El arte povera nació el 23 novembre de 1967, cuando Germano Celant publicó el manifiesto Apuntes para una guerrilla en la revista italiana Flash Art, declaratoria de guerra al sistema burgués centrado en el consumismo, en la obsesión por la tecnología, en el culto al individualismo, en la obra de arte como fetiche, para privilegiar un arte libre, interesado en el proceso creativo y en los materiales, más que en del resultado final.

La denominación fue retomada del teatro pobre de Grotowski y alude a la estrategia de reducción de signos y a la búsqueda de la esencia.

En años recientes, el arte povera ha incrementado su popularidad y cotización en el mercado. Según un estudio publicado en Il giornale dell’arte, de septiembre, en la década pasada los precios de las obras han mantenido un incremento gradual, pero constante, lo cual denota que no han habido especulaciones.

Los artistas de esa corriente más cotizados son Alighiero Boetti y Pino Pascali, con sumas que van de 900 mil a más de 2 millones de dólares. En contraste, las obras de Kounellis y Merz se mantienen alrededor de un millón de dólares; Pistoletto y Fabro, con poco menos, y el resto del grupo permanece por debajo de 500 mil dólares.

Es factible que las recientes exposiciones dedicadas al arte povera o a sus protagonistas repercutan en el mercado del arte. En Moscú, recientemente concluyó una muestra que fue visitada por 300 mil personas, y en este octubre se abrirá una exposición itinerante dedicada a Boetti (Museo Reina Sofía, de Madrid, la Tate Modern, en Londres y el MoMA, en Nueva York).

En México, el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), de la Universidad Nacional Autónoma de México, exhibió la muestra Ergo, materia: arte povera, en junio-octubre de 2010, con instalaciones importantes, casi todas de la época temprana de esa expresión estética y por primera vez en una sede latinoamericana, aunque la obras fueron desplegadas en manera un tanto insípida.

Sería interesante estudiar la forma en que este movimiento influyó en artistas mexicanos como Gabriel Orozco o Gabriel Kuri, como se advierte en la obra que este último presenta en la actual Bienal de Venecia.