Sin la certidumbre de que después de 11 meses de retraso sean designados los tres consejeros que le faltan al Instituto Federal Electoral (IFE), el próximo viernes arrancará formalmente el proceso electoral federal.

El incumplimiento de la Cámara de Diputados de su responsabilidad de nombrar consejeros coloca al organismo en el riesgo de que eventuales empates en la votación del Consejo General puedan empantanar decisiones en la organización y especialmente en el arbitraje electoral.

El mayor riesgo que enfrenta el instituto son los empates en decisiones fundamentales y que se tenga que poner a prueba las reglas que aprobó el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para desempatar, sostuvo el consejero electoral Marco Antonio Baños, quien dijo que aunque formalmente esas reglas estaban diseñadas para los procesos especiales sancionadores, es viable aplicarlas por analogía a otras decisiones.

Concebido como un organismo con nueve integrantes, la legislación que lo regula no contempla la posibilidad de empates, razón por la cual ahora, con seis miembros, tras un empate registrado en una votación, el TEPJF instruyó al IFE que la forma de desempatar será suspender la sesión y reiniciar 24 horas después, a fin de discutir opciones que rompan con la igualdad de votos respecto de un tema.

Para el también consejero electoral Alfredo Figueroa, si bien la búsqueda de consensos es una constante en el IFE, son legítimas las diferencias en torno a determinados temas.

Advirtió que si hay riesgos de empates en decisiones relacionadas con la organización electoral, por ser temas más polémicos y polarizantes, lo relacionado con la función de arbitraje enfrenta mayores riesgos para la autoridad.

En especial hay decisiones que podrían complicarse, entre ellas la adopción de medidas cautelares referentes a quejas interpuestas por los partidos y que requieren decisiones rápidas para no impactar en la contienda electoral, agrega.

El 31 de octubre de 2010, los ex consejeros Virgilio Andrade, Marco Antonio Gómez Alcántar y Arturo Sánchez concluyeron su gestión. Un día después estaba prevista la toma de protesta de quienes los deberían sustituir. La polarización en el Legislativo, ya que el PRI busca que dos de sus propuestas lleguen al IFE, y la oposición de PAN y PRD, que reivindican el esquema de cuotas entre los tres grandes partidos, han detenido la decisión.

Lo importante, advierte el consejero Francisco Guerrero, es que a la brevedad el Legislativo pudiera aprobar los nombramientos, pues a partir del próximo viernes comenzarán a adoptarse decisiones clave ante las elecciones de 2012.

En cualquier caso, el IFE no puede sujetar sus decisiones a esta indefinición y, en su caso, adoptará las determinaciones centrales para la organización electoral, la primera de ellas, conformar la comisión especial que fusiona las homólogas de Organización y de Capacitación Electoral.

Mayor carga de trabajo

Así, a cinco días de iniciar legalmente el año electoral, la indefinición subsiste y sería la primera ocasión en que el IFE organizara las elecciones con un Consejo General incompleto.

Por ello, será uno de los arranques de proceso electoral más complicados y con mayor carga de trabajo para sus integrantes. En 2006, las disputas entre el entonces consejero presidente, Luis Carlos Ugalde, y la secretaria ejecutiva, María del Carmen Alanís, motivaron que esta última presentara su renuncia una semana antes del inicio del proceso, lo que motivó cambios obligados en el área ejecutiva; en el caso actual, la falta de tres consejeros ha obligado a improvisaciones en la conformación de comisiones y esquemas de funcionamiento.

El consejero Figueroa señala que más allá de los riesgos que implicarán los empates, otro de los impactos negativos del incumplimiento en la designación de consejeros es que se puede atrofiar la vinculación entre consejeros electorales y la estructura local y distrital. Subrayó que una parte sustancial en la organización es la interacción de los miembros del Consejo General con la estructura territorial, la cual ha comenzado en una primera etapa con los integrantes actuales.

Al ceñirse a sólo cinco consejeros –el presidente, Leonardo Valdés, no forma parte de las comisiones– la recarga de trabajo en las decisiones se ha intensificado y tenderá a crecer sustancialmente conforme avance el proceso electoral. A manera de ejemplo, Baños señala que para suplir las ausencias él forma parte de seis comisiones, independientemente de que algunas se han tenido que conformar con dos y no con los tres consejeros que deberían tener.

El tema entra en una semana decisiva, pues se ha anunciado que la Cámara de Diputados buscará romper la indefinición en los nombramientos el próximo jueves, justo la víspera del arranque oficial del proceso electoral correspondiente a 2012.