No soy doctor del amor, pero me gustaría serlo. Estoy aprendiendo. Creo que mis seguidores son los mejores del mundo, dijo ayer por la tarde Justin Bieber, en conferencia de prensa, en una carpa instalada detrás del escenario del Foro Sol, donde por la noche ofreció el primero de dos conciertos continuos con boletaje totalmente vendido. El aforo es de 55 mil personas.

Con dos horas de retraso, el exitoso joven de 17 años, nacido en Ontario, Canadá, se presentó con un atuendo propio de su edad: pantalón y camiseta oscuros, chamarra café y tenis.

Llegó a México como parte de una gira mundial y anunció el que será su cuarto disco de estudio, Under the mistletoe (Bajo el muérdago), que hace alusión a una costumbre estadunidense, de que quien entra a una casa y se para bajo una rama de este árbol, está obligado a besar a la persona que abrió la puerta –afán de mercadotecnia que reventará en la próxima época navideña.

Hijo de madre soltera, hecho que marcó su vida, Justin Bieber es músico autodidacto que toca la trompeta, guitarra, piano y batería.

No veo las noticias

En la rueda de prensa dijo: “Casi no veo televisión ni noticias. Lo que sé de México es por medio de Twitter, por mis fans que todo el tiempo me lo comunican.

Trato de estar tranquilo conmigo mismo. Sé que esta carrera tiene altas y bajas. Trato de ser la mejor versión de mí. Sé que hay gente en Twitter, en las redes sociales, que hablan mal de mí. Esas personas no saben que me están dando promoción, pues para que un millón hable de mí todo el tiempo, algo bueno debo de hacer.

Su primer sencillo nuevo es homónimo del disco, Under the mistletoe. Se venderá en dos ediciones de disco compacto: sencillo y con dvd, el próximo primero de noviembre.

El joven canadiense dijo: “Necesito que la gente entienda que estoy creciendo y que en este camino puedo cometer errores, pero –repito– trataré de ser la mejor persona que pueda”.

Expresó: Sé francés e inglés y me gustaría aprender español, lo cual me posibilitaría trabajar con artistas latinos.

Decisiva en su carrera es la ayuda que recibe del cantante Usher. Me ha dicho que nací para ser más que un cantante. Me dice que me va a apoyar para desarrollarme y lograr ser una gran persona, un gran ser humano. Yo nunca he sentido la fascinación que sienten mis seguidores por mí. Nunca he sentido eso por otro artista, por otra estrella, por eso admiro a las personas que me siguen, y respondo a sus mensajes.

En el poco tiempo que tiene en México, precisó, ha comido tacos y quesadillas.

En punto de las ocho, Justin subió al escenario, en medio de una gritería ensordecedora de sus miles de seguidores que acudieron a verlo. Arrancó con una serie de covers, con los que rindió homenaje a Michael Jackson, Aerosmith y otras bandas del pasado. El público –en su mayoría, jovencitas– coreó todos, de principio a fin; los gritos fueron continuos y las piezas preferidas sonaron después de las 21 horas; 30 minutos después concluyó el concierto, con su éxito Baby.

Al inicio, las pantallas proyectaron imágenes de Justin de niño, incluso mostraron un bebé, lo que emocionó al público. El joven tocó diversos instrumentos, bailó y cambió varias veces su vestuario. Hoy será su segunda presentación en el Foro Sol.