Por unanimidad, el Senado de la República aprobó ayer la reforma al artículo cuarto constitucional para garantizar el derecho al agua y establecer que toda persona tendrá acceso a ella, en forma suficiente, salubre, aceptable y accesible, pero el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Pedro Joaquín Coldwell, y los representantes de los partidos reconocieron que esa modificación no es suficiente si no se garantizan los recursos económicos para dotar de líquido a toda la población.

Se establece que el Estado garantizará este derecho y la ley definirá las bases, apoyos y modalidades para el acceso y uso equitativo y sustentable, con la participación de los tres niveles de gobierno y la ciudadanía; señala además responsabilidades por el daño y deterioro de los recursos hídricos.

El priísta Joaquín Coldwell advirtió que de nada serviría que el derecho al agua esté consagrado en nuestra Constitución si dejara de haber o si estuviera contaminada, como tampoco serviría que incorporemos en la Carta Magna una serie de derechos difusos si no van respaldados por políticas públicas y compromisos presupuestales plurianuales.

Destacó que aun sin una definición clara del derecho al agua por parte de los ciudadanos, los gobiernos de México asumieron desde hace muchos años la obligación de proporcionar servicios de agua potable y de construir infraestructura para dotar de líquido a la población, tan es así que en este momento se estima que 91.3 por ciento de los habitantes del país tienen acceso de forma regular a la dotación de agua potable y que 89.9 por ciento dispone de servicios de alcantarillado.

Ricardo Monreal, coordinador de los senadores del PT, destacó en la tribuna: No basta elevar a rango constitucional el derecho al medio ambiente (...) porque en este país no se respeta el elemental derecho a la información, a la vida, a la libertad, a la educación.

El senador del PAN, Alberto Cárdenas Jiménez, subrayó que debemos hablar también de responsabilidades, de pagar el precio justo por el agua, cuidando siempre a los que menos tienen.

El perredista Rubén Velásquez dijo que el recurso es tan escaso que en el nuevo edificio del Senado no hay. No tenemos agua potable, sino reciclada.