Opinión
Ver día anteriorJueves 29 de septiembre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

¿Y la contundente mejoría?

Desaceleración: muestras claras

Mujeres: entre machos y mochos

L

ejos de mostrar la contundente mejoría pregonada desde el micrófono oficial, la economía mexicana exhibe lo que en la Cámara de Diputados califican de muestras claras de continua desaceleración, de tal suerte que el modesto –por ser suave en el término– paquete económico 2012 que tres semanas atrás presentó el Ejecutivo al Congreso tendrá que revisarse de la A a la Z si la intención es contener, en la medida de lo posible, el notorio deterioro en dicho renglón. Lo anterior, claro está, si dentro de la clase política alguien recuerda que el país padece severos problemas que transcienden el vicio electoral.

En vía de mientras, en San Lázaro registran –cuando menos en el análisis– que la iniciativa privada debe asumir su responsabilidad y no sólo gozar los beneficios que le concede el modelo económico, que echa chispas por doquier. Lo anterior, con base en los resultados en materia de inversión, la cual se mantiene por debajo de su máximo observado en octubre de 2008 (cuando oficialmente se reconoció la existencia de la crisis), con respecto al cual a la fecha presenta una caída acumulada de 7.47 por ciento. Si bien este indicador reporta alza, tal incremento ni lejanamente ha servido para impulsar sostenidamente la actividad económica nacional.

De acuerdo con el reporte de la Cámara de Diputados, la inversión aumentó 11.59 por ciento en junio de 2011, en comparación con el mismo mes de 2010, lo que significó su onceavo incremento consecutivo. Sin embargo, tal avance ha sido insuficiente para siquiera recuperar el nivel registrado tres años atrás. Bajo cifras ajustadas por estacionalidad, en el periodo citado la formación bruta de capital fijo total apenas aumentó 0.65 por ciento con relación al mes anterior, dicho incremento fue menor al observado en mayo (0.71 por ciento); el gasto total en maquinaria y equipo se incrementó 2.68 por ciento como resultado de la expansión de su componente nacional en 1.14 por ciento, y de su parte importada en 2.27 por ciento; en tanto que la construcción cayó 0.61 por ciento en ese mes.

El nivel de la inversión no es del todo satisfactorio debido a que, de acuerdo con la encuesta de las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado de agosto de 2011, recabada por el Banco de México, sólo 18 por ciento de los consultados consideraron que, de acuerdo con la coyuntura actual de las empresas, es buen momento para efectuar inversiones; pero 54 por ciento no está seguro y 29 por ciento lo considera un mal momento. Este balance va en línea con el deterioro del indicador que busca medir el clima de los negocios para las actividades productivas del sector privado en los próximos seis meses, en comparación con los pasados seis meses. En agosto, el 17 por ciento de los encuestados espera que mejore el panorama (contra 40 por ciento en julio), mientras 48 por ciento considera que se mantendrá igual (52 por ciento en julio), y el restante 34 considera que empeorará (8 por ciento en julio).

La actividad industrial creció a una tasa anual de 3.2 por ciento durante julio pasado, tasa inferior a 3.7 por ciento observado en junio, con lo que el crecimiento comienza a tornarse débil. Por sector de actividad, la industria manufacturera aumentó 4.8 por ciento; la de la construcción 4.1; la electricidad, agua y suministro de gas por ductos al consumidor final 3.2 por ciento, y la minería cayó 3.2 por ciento en el mes de referencia.

En cifras desestacionalizadas la actividad industrial presentó un débil crecimiento; el aumento en julio fue de 0.51 por ciento respecto al mes previo, cifra que resultó ser mayor al 0.10 por ciento que esperaban los analistas encuestados por la agencia Reuters. Esto se debió a un repunte de las manufacturas, que crecieron 1.21 por ciento en julio respecto al mes anterior, que compensó en gran parte una caída de 1.32 por ciento de la minería; por su parte, la construcción bajó 0.71 por ciento y la electricidad, agua y suministro de gas reportó también un descenso de 0.36 por ciento en el mismo periodo.

Con estos resultados, la actividad industrial total acumuló un crecimiento de 4.14 por ciento en los primeros siete meses del año, cifra que se encuentra 2.14 puntos porcentuales por debajo de la obtenida durante el mismo periodo de 2010, que se situó en 6.28 por ciento. Si bien el menor crecimiento observado en julio no fue tan drástico debido al repunte de las manufacturas, éste podría acentuarse a causa del estrecho vínculo que existe entre la industria manufacturera mexicana y la estadunidense, ya que la última también podría verse afectada por la menor demanda global que se espera, además de la desaceleración que presenta la economía originada por el debilitamiento del consumo en aquel país.

Todo lo anterior repercute en el mercado laboral. De acuerdo con la OCDE, 18.4 por ciento de los adolescentes mexicanos de entre 15 y 19 años y el 25 por ciento de los jóvenes de entre 25 y 29 años en México no reciben educación y están desempleados (ninis), o no forman parte de la fuerza laboral. De igual forma, en su Panorama del Empleo 2011, la organización establece que si bien el país se está recuperando de la crisis, la reducción del desempleo ha sido modesta, al mantenerse en el segundo trimestre de 2011 sólo 0.3 puntos porcentuales por debajo del pico ocurrido en el tercer trimestre de 2009 (5.8 contra 5.5 por ciento), aunque en agosto se elevó a 5.72 por ciento. La situación empeora al considerarse que el empleo en los jóvenes actualmente se encuentra casi 14 por ciento por debajo de su nivel en el primer trimestre de 2008. Consecuencia de lo anterior, apuntan en San Lázaro, la incidencia de la informalidad ha tenido un importante crecimiento, reflejo del limitado rol del apoyo a los desempleados, pues México es el único país de la citada organización que carece de un sistema de beneficios.

Las rebanadas del pastel

Instalados en el siglo XVI, cuatro oscurantistas ministros de la SCJN (Salvador Aguirre, Guillermo Ortiz, Jorge Mario Pardo y, en lo inaudito, Margarita Luna) avalaron la ley antiaborto de Baja California. Seguirán con la de San Luis Potosí y continuarán contra todo aquello que permita abandonar la aberrante caverna religiosa y moralina que tanto daño le ha hecho al país. Como bien advirtió el ministro Arturo Zaldívar: criminalizar a la mujer, sobre todo a la mujer más pobre, no es la solución; (resulta) profundamente injusto, inmoral e inconstitucional; tal autorización implica avasallar, desconocer, eliminar los derechos humanos de las mujeres, y esto me parece que es algo que un tribunal constitucional no puede en ningún modo avalar. Y lo avalaron. Los derechos de las mujeres, en manos de machos y mochos.