Madrid, 28 de septiembre. El alto el fuego decretado por la organización armada vasca ETA el pasado 10 de enero será verificado por una Comisión Internacional de Verificación (CIV), que fue anunciada hoy y que está integrada por cinco expertos en resolución de conflictos internacionales.

Integran la CIV: Ronnie Kasrils, originario de Sudáfrica y quien tuvo una participación activa en el combate el sistema segregacionista del Apartheid, los británicos Raymond Kendall y Chris Maccabe, cruciales en la pacificación de Irlanda del Norte, además de Ram Manikkalingam, de Sri Lanka, y el militar indio Satish Nambiar.

En el comunicado en el que ETA anunció su alto el fuego unilateral también expuso que estaba dispuesta a la verificación del fin de la violencia, para lo que se propuso la creación de una comisión internacional que asumiera la responsabilidad de comprobar que la estructura operativa de la organización armada está inactivo y que se encuentran paralizadas todas sus actividades.

En un comunicado, los miembros de CIV exponen que en los últimos años se han producido importantes avances hacia la paz en el País Vasco. Hoy estamos ante una nueva etapa esperanzadora. Entre los muchos factores que han contribuido a alcanzar esta etapa, cabe destacar la demanda clara y rotunda de la sociedad vasca de que llegue el fin definitivo de la violencia.

Agregaronn que esperan que el decreto de alto el fuego de ETA sea creíble e irreversible, ante la demanda de diferentes elementos de la sociedad vasca de crear un mecanismo de verificación. Además adviertieron que los miembros de la comisión son individuos de amplia experiencia internacional en procesos de paz y en seguridad, por lo que su actividad será seria y rigurosa y se comprometieron a mantener reuniones periódicas con todos los elementos posibles de la sociedad vasca para intercambiar informes, ideas y proyectos que puedan afianzar y profundizar el alto al fuego creíble e irreversible que demanda el País Vasco.

La creación de esta comisión coincide con importantes acontecimiento en el País Vasco, sobre todo con el anuncio del Colectivo de Presos de ETA (EPPK, en sus siglas en euskera) al Acuerdo de Gernika, que aspira a convertirse en la hoja de ruta para lograr una pacificación definitiva. Por primera vez desde su fundación, los más de 800 miembros de ETA encarcelados en prisiones de España y Francia rechazan la vía armada con fines políticos, para lo que piden una amnistía y la aprobación de beneficios penitenciarios.

El anuncio de la creación de la CIV fue aplaudido por la izquierda abertzale (nacionalista), que emitió un comunicado en el que se mostró convencida de que ayudará a consolidar la nueva situación generada y una base para la construcción de soluciones compartidas. Además subrayó que es un paso firme y significativo en el proceso de soluciones que estamos construyendo desde Euskal Herria y desde el ámbito internacional.