“México nunca ha estado tan preparado y tan sólido –y miren que llevo muchos años en esto– para enfrentar una situación internacional difícil”, afirmó el presidente del consejo de administración del grupo financiero Banorte-Ixe, Guillermo Ortiz Martínez.

Al participar en la Cumbre de la Comunicación, que organizó la Asociación de Radio del Valle de México, sostuvo que el sector interno de la economía mexicana no refleja la crítica situación que se vive en el exterior, como la crisis europea desatada por la posibilidad de una suspensión de pagos de Grecia, y en Estados Unidos por sus problemas fiscales.

Por el contrario, destacó, tenemos una economía balanceada. Puso como ejemplo el resultado del indicador global de la actividad económica (Igae) divulgado ayer, que reflejó un crecimiento de la economía de 3.7 por ciento en julio. Pero más importante es que está habiendo un rebalanceo: el sector interno de la economía está creciendo, por lo menos en julio, más rápidamente que el sector industrial, el cual se desacelera por la influencia de la economía americana. Estamos en situación compleja, (pero) ni modo, tenemos que vivir con esta volatilidad.

Ortiz Martínez presentó una ponencia magistral ante el presidente Felipe Calderón. En broma comentó que esa presentación la haría con la camiseta de economista puesta, a pesar de que momentos antes, en la mesa principal, el mandatario lo llamó a él y al gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, agoreros del desastre.

El presidente del consejo de administración de Banorte, Guillermo Ortiz Martínez, en la comida de la Cumbre de la ComunicaciónFoto Francisco Olvera

Parafraseando a Roberto González Barrera, presidente de Gruma y presidente vitalicio del grupo financiero Banorte, quien envió un esperanzador mensaje grabado, dijo que es el momento en que todos tenemos que poner de nuestra parte lo mejor, para lograr que México alcance su plenitud y potencial.

Ortiz Martínez identificó tres de las mayores preocupaciones de la economía mundial: la desaceleración económica, la crisis europea y los problemas fiscales en Estados Unidos. Pero, puntualizó, estamos en situación de alta incertudumbre y por lo tanto es muy difícil decir cuáles van a ser los impactos sobre la economía mexicana.

Por una parte, explicó, el país no tiene un problema de sobrecalentamiento económico como muchas economías de países en desarrollo como los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), no hay burbujas en el tema inmobiliario ni de crédito, ni nada.

El país cuenta con un monto importante de dólares en reservas, más otros setentaitantos mil de una línea de acceso fácil de crédito del Fondo Monetario Internacional y una deuda pública baja con relación a casi cualquier otro país, no sólo de los desarrollados sino también de los de América Latina.

La gran volatilidad mundial se ha reflejado en una depreciación del tipo de cambio, pero eso no refleja la situación económica interna. El tipo de cambio está muy subvaluado y los fundamentos de la economía van a hacer que el tipo de cambio vuelva a un nivel normal.