Moscú, 28 de septiembre. Faltan aún unos días para que el majestuoso teatro Bolshoi de Moscú reabra el telón, después de permanecer seis años cerrado, debido a los trabajos de remozamiento del recinto.

Luego de los primeros ensayos, el director artístico Serguei Filin, ya sueña con la gala de reinauguración, que tendrá lugar el 28 de octubre sobre un escenario nuevo.

La remodelación total de este templo del arte, con más de 200 años de historia ha costado arriba de 500 mil euros (680 mil dólares), pero sobre todo lo ha rescatado del derrumbe. El teatro Bolshoi vuelve a brillar como en la época de los zares.

El oro de los balcones, el rojo de las cortinas en los palcos y la madera de los asientos proporcionan una cálida luz. En lugar de los anteriores 2 mil asientos, sólo tendremos mil 700, para que el público esté más cómodo, dice el intendente Anatoli Iksanov. Pese a la expectación ante la gala, con estrellas mundiales como Plácido Domingo y Angela Gheorghiu, parece aliviado, Iksanov luce tranquilo.

Seis años, el doble de lo previsto incialmente, duraron los trabajos de rehabilitación del teatro Bolshoi. Las obras se retrasaron una y otra vez por negligencias, disputas de poder y corrupción.

Con todo, se hará hincapié en la tradición del ballet clásico. Y por eso, la temporada la inaugurará el 18 de noviembre el coreógrafo Juri Grigorovitch, con La Bella Durmiente.