Ante el planteamiento de ¿qué sentido tiene hacer teatro en México, cuando hoy día en todo el país se vive una cotidiana y violenta realidad?, cuatro actores integrantes de la Compañía Nacional de Teatro (CNT) desarrollan un trabajo escénico experimental, junto con el director Alberto García Vidal, radicado en España, con la finalidad de reflexionar sobre el desempeño actoral y la violenta situación social de la que es víctima la República.

Emma Dib, Érika de la Llave, Carmen Mastache y Luis Rábago presentan el experimento de creación colectiva Lados: los del actor, montaje en el que se explora hasta qué punto puede un creador escénico asumir y presentar una ficción, como un hecho creativo, cuando la realidad lo sobrepasa, explica García Vidal.

La dramaturgia de la obra se creó a partir de la comunicación vía la red que mantuvieron los actores con el director, mediante la creación de un blog en Internet (ladosdelactor.wordpress.com) y de la cuenta en Facebook de Sergio Benito Hurts.

A ese blog se subieron diversos materiales, como fotografías, comentarios, canciones, noticias sobre el narcotráfico, entrevistas a prostitutas y travestis, además de los mensajes entre los actores y el director, lo que sirvió y sirve aún como bitácora de trabajo.

El texto abierto dramatúrgico del montaje también se inspiró en las obras de teatro mexicano El pequeño caso de Jorge Lívido, de Sergio Magaña; Los frutos caídos, de Luisa Josefina Hernández; La señora en su balcón, de Elena Garro; Cada quien su vida, de Luis G. Basurto, y Las cosas simples, de Héctor Mendoza.

No se trató de citar fragmentos de esas obras, sino de hacer breves paráfrasis de las mismas, como desdoblamientos poéticos, asevera el director.

Al final de cuentas la idea es que los actores, junto con el espectador, formen parte de una misma situación límite y bastante dura, pero mediante la ficción.

Este trabajo escénico conjuga tres aspectos fundamentales. Uno es que son actores que se han planteado experimentar sobre sí mismos, en torno a sus personales experiencias. Otro es sobre la construcción del personaje y, otro más, es la interacción con el espectador, apunta Luis de Tavira, director artístico de la CNT.

Es una propuesta escénica, confió el actor Luis Rábago, que se perfiló cuando en charlas con otros colegas se cuestionaba qué es lo que la CNT Teatro va hacer ante la violencia que se vive en México.

“Varias personas de teatro me decían, bueno, y ustedes los de la compañía qué van hacer. Se van a quedar ahí en su torre de marfil ante la violencia desbordada.

“En un principio respondí –expresó Rábago–, lo único que puedo hacer ante toda esa debacle es seguir haciendo teatro lo mejor que puedo. Pero la chingada espinita se me clavó en el corazón. Pensé. Algo sucede que no está funcionado del todo. Algo falso estoy haciendo que no estoy reconociendo y que no manifiesto.

Estamos de alguna manera defraudando algo, reflexionó Rá- bago. “Y por un tiempo seguí con mi convicción de hacer lo que uno sabe hacer, bien y con calidad; pero no funcionaba.

Tal situación coincidió con cierta efervescencia dentro de la CNT, que proclamaba: salgamos a la calle, manifestémonos con pancartas, unámonos a alguna acción que tenga sentido colectivo y no seamos un ser encapsulado y cómodamente instalado. Muchas personas dentro de la compañía se preguntaban, ¿qué hacemos?

Todo ello fue el detonador, continúa Rábago, para desarrollar dicha propuesta escénica, la cual “como personas, como actores, trata de decir: no me quiero hacer pendejo.

“Quizá –añade el actor– no deje de ser un paliativo cristiano y burgués, pero sacamos de alguna forma cierta cantidad de pus, respecto de lo que no nos satisface.”

Lados: los del actor pretende ser una metáfora de cómo el actor haciendo una ficción, se le viene la realidad encima, concluyó Rábago.

La inquietud personal de los cuatro actores se amalgamó con la del director, Alberto García Vidal, respecto de lo que ocurre en Europa y particularmente en España, en torno al movimiento de los indignados.

Por privilegiar la comunicación

Para la actriz Emma Dib, el montaje es un cuestionamiento a todas las escalas: actoral, teatral, de lenguaje, de participación y compromiso social. Es un espectáculo en el que durante el devenir de la ficción ocurren cosas extremas que se equiparan a la violenta realidad que vivimos, explica.

Durante la representación se hace uso de los teléfonos celulares del público, para jugar con la realidad y la ficción, y con la idea de abrir un canal más de comunicación con el espectador. En contraste con las demás obras, al dar la tercera llamada aquí se solicita al público que encienda su celular.

El trabajo escénico plantea diversas ficciones. Una es intervenida por la realidad, donde los actores están obligados a hacer un espectáculo. Y otra es la que se transmite al público, vía mensajería instantánea, correo electrónico y mediante el Facebook de Sergio Benito Hurts.

Lados: los del actor se estrenó el pasado día 22 y las funciones se realizan jueves y viernes, a las 20 horas; sábados a las 19 y domingos a las 18 horas, en el Foro de la Artes del Centro Nacional de las Artes (avenida Río Churubusco, esquina Tlapan, colonia Country Club, estación General Anaya del Metro).