Los diputados federales de PAN y PRI y el gobierno de Felipe Calderón están llevando al límite de la resistencia política y económica a la ciudad de México, aseguró la presidenta de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Alejandra Barrales Magdaleno, quien remarcó que nunca se había llegado a un nivel tan grave como el actual.

Entrevistada luego de presentar la campaña de afiliación a la Fundación UNAM en el recinto legislativo de Donceles y Allende, la diputada perredista mencionó que, en lo presupuestal, tanto la Secretaría de Hacienda como los legisladores de esos partidos políticos pretenden recortar a la ciudad de México 14 mil millones de pesos de fondos federales para 2012.

“No habría ningún impuesto –dijo–, ninguna miscelánea fiscal que en lo local pudiera ayudar a tapar el hoyo que está dejando ese recorte; hablamos de 14 mil millones de pesos, que es tres veces el presupuesto del programa de adultos mayores o el doble de la anualidad del sostenimiento del Metro en un año. Pero también está la determinación de parte de la fracción del PRD, y de otros grupos parlamentarios, de no pasar la factura de esa determinación a los capitalinos; ellos no tienen por qué pagar una decisión política injusta.”

Aunado a esa situación, está el costo de capitalidad que paga el Distrito Federal por ser sede de los poderes federales y asiento de embajadas, a los que se proporciona seguridad y otros servicios, lo cual implica erogaciones que debe garantizar, a como dé lugar, el gobierno capitalino.

Estamos en una condición delicada; tenemos la amenaza de recorte de 14 mil millones de pesos por diversas razones, por la eliminación de la tenencia, y otros recursos federales que le están quitando a la ciudad, y eso nos preocupa porque año con año esto viene pasando, pero nunca había llegado a algo tan grave, y nos preocupa porque es difícil separarlo del tema electoral y no quisiéramos pensar que es el móvil de todo este asunto, resaltó.

Para Barrales Magdaleno, toda esa estrategia “no le pega a un proyecto político, le pega a la gente, y es muy delicado. Por eso, adelantó que se reunirán con legisladores federales para apelar a su sensibilidad y no poner en riesgo servicios básicos para los capitalinos.

Esto ya llegó al límite y no podemos decir a los trabajadores del gobierno de la ciudad que paguen por trabajar, concluyó.