Diez meses antes de las elecciones federales, el presidente Felipe Calderón admitió el enorme desgaste del PAN. Y ante lo que calificó de desafiante elección –la de 2012–, apremió a su partido a reposicionarse mediante una renovación ética y la elección de un candidato atractivo para la ciudadanía, en un proceso que no genere divisiones ni exacerbe los resentimientos.

Al participar en una sesión extraordinaria del Consejo Nacional del blanquiazul, se comprometió a no intervenir en el proceso interno de selección del abanderado; refrendó su amistad y respeto a Josefina Vázquez Mota, Santiago Creel y Ernesto Cordero, aspirantes a sucederlo, y sostuvo que cada uno es mejor que cualquier otra opción política visible.

Deseó lo mejor a los tres y aseguró que será respetuoso de la decisión que tome la militancia. Ni remotamente haré a otros lo que algunos pretendieron hacer conmigo, expresó en alusión a la elección interna de 2006, cuando el entonces presidente Vicente Fox apoyó a Creel.

Insistió en que todos los panistas deben apoyar a quien resulte triunfador en la justa interna. Debemos cerrar filas, porque enfrentaremos adversarios unidos y motivados poderosamente en la posibilidad del triunfo. Por ello, dijo, le preocupa que ante la dimensión del reto haya estrecheces de miras que atentan contra la unidad.

Equiparó la situación a la de un equipo de futbol, en el que hay muy buenos jugadores pero dos o tres están empeñados en meter goles en nuestra portería.

Calderón llegó al mediodía, de manera sorpresiva, al cónclave panista, bajo un discreto operativo de seguridad, ya que no se instalaron arcos detectores de metales ni vallas en la sede panista. En el presídium lo esperaban su esposa, Margarita Zavala, quien llegó temprano –desayunó con las consejeras–, Luis H. Álvarez y la secretaria general Cecilia Romero.

De inmediato se proyectó un video, en el cual el PAN se contrasta con el PRI y exhibe a los ex presidentes más cuestionados, entre ellos Gustavo Díaz Ordaz, José López Portillo y Carlos Salinas de Gortari, a quienes se acusa de represión, corruptelas y manejo económico irresponsable. Se incluyó la escena en que el ex candidato presidencial del tricolor Luis Donaldo Colosio fue asesinado. En contraparte se exaltan las figuras y luchas electorales de Manuel Clouthier, Luis H. Álvarez y un joven Vicente Fox. En alusión a las múltiples encuestas que vaticinan la derrota del blanquiazul en 2012, el promocional concluye con la frase: Sólo está derrotado el que ha dejado de luchar.

Ni remotamente haré a otros lo que algunos pretendieron hacer conmigo, expresó el jefe del Ejecutivo durante el actoFoto Yazmín Ortega Cortés

Ante los consejeros nacionales, reunidos en el auditorio de la sede blanquiazul, Calderón se centró en la estrategia para vencer al PRI. En un discurso de más de 30 minutos advirtió que a 10 meses de que se lleve a cabo una competencia política desafiante, los panistas deben considerar que más de la mitad de los electores o nunca conocieron o ya no recuerdan los duros años del autoritarismo, de la opresión social y el caos económico que precedió a los gobiernos de Acción Nacional.

Advirtió, sin embargo, que lo que más le preocupa es que el PAN, que durante décadas ha representado los valores de honestidad y el ejercicio de la política con principios, ha sufrido un enorme desgaste, por el ejercicio de gobierno y las prácticas partidistas.

Por ello, recalcó, es urgente que el partido se reposicione como la mejor opción política. Para lograrlo recomendó seis grandes tareas. La primera, renovación ética en su integración, comportamiento e imagen ante la sociedad. Una renovación ética, detalló, que tiene que ir desde el más modesto de nuestros comités seccionales hasta la integración y operación del Comité Ejecutivo Nacional y sus miembros.

De lo contrario, advirtió, la falta de claridad en esos principios puede llevar a muchos ciudadanos a restaurar de buena fe todo un sistema basado en la corrupción. Pidió a la militancia no caer en el argumento de que otros partidos están peor. No nos engañemos, el solo hecho de que en términos de honestidad Acción Nacional sea percibido por los ciudadanos como igual que los demás es suficientemente grave.

Otros pasos que recomendó son: que el PAN se acerque a la ciudadanía y abra el camino a las candidaturas a todos los puestos de elección popular que se disputarán el año próximo.

Asimismo, instruyó a los panistas a dejar bien claro a los electores qué es lo que está en juego en la contienda del próximo año. Como en 2006, aseguró, la disyuntiva es mirar hacia un proyecto de futuro o regresar a un pasado en el que la vida pública esté entregada a la corrupción y, peor aún, en algunos casos a la criminalidad.

Les pidió que defiendan la continuidad de la lucha contra la inseguridad y la violencia. El continuar o cambiar esa estrategia estará en el eje del debate, y el partido y sus candidatos deben estar ciertos de qué proponer.

La quinta recomendación fue redoblar esfuerzos para hacer competitivo al PAN, y la sexta elegir al candidato presidencial idóneo y salir fortalecidos del proceso.