Eran extorsionadores y ladrones de autos que operaba en Naucalpan y Huixquilucan: PGJ
Uno de los muertos se negó a pagar un vehículo robado que iban a entregar
Sábado 24 de septiembre de 2011, p. 31
Los integrantes del comando armado que participaron en la balacera del pasado miércoles en el restaurante Wings de Polanco, que dejó un saldo de tres muertos y dos lesionados, formaban parte de una banda de extorsionadores y ladrones de autos que operaba en los municipios de Naucalpan y Huixquilucan, en el estado de México, señalaron autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).
Incluso, señalaron las fuentes consultadas, por la zona y el modo de operar, estas personas podrían estar vinculados con la organización delictiva La mano con ojos.
Según la investigación de la PGJDF, fueron cinco los sujetos que irrumpieron en el establecimiento, encapuchados, vestidos con uniformes con las siglas de la desaparecida Policía Federal Preventiva y armados con rifles AK-47. El líder del grupo fue identificado como Omar Rocha Hernández, El Gordo, quien murió en el lugar junto con otro sus cómplices, apodado El Moco. Otros dos, conocidos como El Chava y El Memín, se dieron a la fuga. El otro, José Antonio Alejandres Paredes, originario de Michoacán y radicado en Naucalpan, es uno de los dos detenidos por esos hechos.
Estas cinco personas, confirmó la PGJDF, participaron en otra balacera que tuvo lugar en calles de las Lomas de Chapultepec horas antes de la suscitada en el restaurante. Según la procuraduría, viajaban en un auto Chevy, que habían robado por la mañana cuando, por un incidente de tránsito, atacaron a balazos a un conductor que logró evadir la agresión. Luego, abandonaron el carro, dejando en el interior un rifle AK-47, un arma corta y chalecos antibalas.
El propietario de ese vehículo, un comerciante de Naucalpan, se presentó a la PGJDF y reconoció a Alejandres Paredes como uno de los sujetos que lo despojaron de la unidad. Asimismo, dijo que él y El Gordo, lo extorsionaban desde hace un año exigiéndole tres mil pesos mensuales por no hacerle daño a su familia y que había otras personas que sufrían la misma situación.
Asimismo, la procuraduría capitalina acreditó que la camioneta Nissan, tipo Rouge, en la que llegaron los agresores al restaurante, ubicado en Periférico y Homero, también tiene reporte de robo en Huixquilucan; mismo vehículo que, según la declaración de Alejandres Paredes, era el que le iban a cobrar a Marco Antonio Pérez Perulero, El Señor Pérez, quien, al negarse a pagar, fue asesinado de 22 balazos.
El otro detenido es Roberto Carlos Calderón Buenaventura, desertor del Ejército y originario de Guerrero, quien se encontraba con El Señor Pérez, y otro sujeto, aún no identificado y prófugo, con el propósito de comprarle un auto y una pistola calibre 45.
Relató que regresaba del baño, donde estuvo probando el arma que pretendía adquirir, cuando vio que varios sujetos uniformados y encapuchados discutían con Pérez Perulero por lo que, dijo, disparó en tres ocasiones e intentó salir del establecimiento, momento en el que fue capturado.
Alejandre Paredes y Calderón Buenaventura fueron consignados al Reclusorio Oriente, ambos acusados de homicidio, aunque en el caso del primero, también se le imputaron los delitos de robo, extorsión y encubrimiento por receptación.
Asimismo, informó el subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales, Jesús Rodríguez Almeida, se envió un desglose a la Procuraduría General de la República por el uso de armas exclusivas del Ejército y los uniformes de la PFP.