La Secretaría de Educación Pública (SEP) se congratuló por la aprobación del Senado a la reforma constitucional respecto de la obligatoriedad del Estado mexicano de impartir educación media superior a todos los jóvenes en edad de tenerla, y calificó el plazo de 10 años como generoso y suficiente para cumplir con la cobertura total, situada actualmente en 67 por ciento.

Sin embargo, Ángel Díaz Barriga, investigador del Centro de Estudios sobre la Universidad (CESU), de la Universidad Nacional Autónoma de México, consideró que esta reforma se da como una respuesta política a las duras críticas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, que ha señalado la gran cantidad de jóvenes que ni estudian ni trabajan. Es decir, responde más a una presión social, que a un desarrollo conceptual, técnico y pedagógico.

Recordó que México tardó 50 años en hacer obligatoria la educación primaria, y aunque desde 1993 es obligatoria la secundaria, todavía no se cumple en los hechos. Sin embargo, concluyó el investigador nivel III del Sistema Nacional de Investigadores, prometer no empobrece.

Por su parte, el rector José Narro Robles adelantó que la Universidad Nacional Autónoma de México ensayará nuevas posibilidades en el bachillerato, para ampliar su cobertura en el país. Manifestó que el proyecto para universalizar ese nivel de estudios abarcará el bachillerato a distancia y presencial.