Atenas, 21 de septiembre. Al mismo tiempo que trabajadores griegos empezaron una huelga de 24 horas y forzaron la paralización del sistema de transporte público en protesta contra la decisión del gobierno de intensificar las medidas de austeridad para asegurar que llegue la ayuda al endeudado país, el Banco Central Europeo (BCE) reportó que el proyecto monetario del euro está en peligro debido al despilfarro de algunos estados miembros y la consecuente crisis de deuda.

Europa afina su plan para recapitalizar a más de 20 bancos, privilegiando a los privados, entre ellos varios españoles, que necesitan de forma urgente fondo frescos, con los que deberán sobrevivir a la crisis de deuda y evitar un colapso bancario.

El comisario europeo de Mercado Interior, Michel Barnier, explicó que se había terminado la época donde debíamos rescatar a la banca a través de los contribuyentes, no se puede excluir la posibilidad de que algunos reciban ayuda del Estado.

Un sondeo arrojó que el sector privado de la eurozona se contrajo en septiembre por primera vez en dos años, debido a que el agravamiento de la crisis de deuda y las turbulencias en los mercados frenaron el crecimiento. Esa medición apunta a un estancamiento en el trimestre actual, e indica que la crisis que comenzó en Grecia se extendió a Irlanda y Portugal, amenaza ahora a Italia y España, y en consecuencia afectan la confianza y el crecimiento.

El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea, Olli Rehn, señaló que los líderes europeos no permitirán que se produzca una cesación de pagos descontrolada de Grecia y no dejarán que el país abandone la zona. Aceptó que no descarta explícitamente la posibilidad de una moratoria, lo que algunos economistas ahora consideran inevitable.