Atlanta, 19 de septiembre. El comité de indultos de Georgia analiza si le perdona la vida a Troy Davis, condenado a muerte en Estados Unidos, tras un polémico proceso legal que provocó protestas internacionales y ruegos de personalidades para evitar su ejecución este miércoles.

El comité dijo que no tomaría una decisión este lunes, como se esperaba, informó el diario Atlanta Journal-Constitution en su edición en Internet.

La ejecución de Davis está programada para este miércoles en la noche en una cárcel de Jackson, localidad ubicada 77 kilómetros al sureste de Atlanta, donde está previsto que reciba una inyección letal.

Nosotros somos Troy Davis y Justicia, libera a Troy Davis, se leía en las pancartas de un centenar de personas que desde las 7:30 (hora local) se reunieron en la sede del comité de indultos de Georgia (sureste de Estados Unidos), donde sus cinco miembros se reunieron para decidir si conmutan o no la pena de muerte de Davis por la de cadena perpetua.

Este comité necesita una mayoría simple para decidir el caso y, aunque en 2008 le negó una solicitud de clemencia, esta vez tiene tres integrantes nuevos.

Stephen Marsh, abogado de Davis, dijo a la prensa en un receso de la sesión, el lunes, que estaba agradecido al comité por escucharlos.

Creemos que hemos presentado dudas sustanciales en este caso. Dado el nivel de duda que existe, consideramos que una ejecución es inapropiada.

Troy Davis, quien ha pasado casi la mitad de sus 42 años en el corredor de la muerte en Georgia, es presentado por numerosas personalidades como el prototipo del negro inocente injustamente condenado a muerte por matar a un policía blanco.

El arma del crimen nunca fue encontrada y no se registró ninguna huella ni rastro de ADN en la escena del crimen.

Pero el punto que levantó más dudas y protestas es que desde que fue sentenciado, en 1991, siete de los nueve testigos no policiales se retractaron de sus declaraciones alegando coerción e intimidación por la policía.

El jueves pasado se entregó una petición con más de 663 mil firmas al comité reclamando la gracia para Davis, protagonista de un caso en el que no han podido encontrarse evidencias materiales.

Davis, que evitó ya tres fechas de ejecución, fue acusado de matar al policía Mark Mac Phail durante una pelea en 1989, en la ciudad de Savannah.

Raphael Warnock, pastor de la iglesia bautista Ebenezer, dijo: nuestro sistema de justicia sigue presionando en pausa. Algo en el ambiente dice que este hombre no debe ser ejecutado.

Incluso la Unión Europea se expresó sobre el caso el lunes. Serias dudas han rodeado las pruebas por las que Davis fue declarado culpable, y esto fue reconocido por los jueces de apelación, dijo la jefa de política exterior, Catherine Ashton, al hacer un llamado urgente en nombre del bloque a conmutar la pena.

Georgia es uno de los tres estados del país donde el gobernador no tiene autoridad para ordenar el perdón o conmutar la pena. Desde 1976 este estado ha ejecutado a 51 personas y ha perdonado a siete, la última vez en 2008, cuando conmutó la sentencia a muerte de Samuel David Crowe por cadena perpetua.

La madre del policía muerto, Anneliese MacPhail, dijo al diario The Atlanta Journal-Constitution que los activistas contra la pena de muerte han tomado el caso de Davis como estandarte sin mirar con detenimiento los hechos. Él es culpable, aseveró. Familiares del uniformado pidieron hoy al comité de indultos que Davis sea ejecutado.

El condenado es respaldado por personalidades como el ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter, el papa Benedicto XVI y la actriz Susan Sarandon.

La Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color y Amnistía Internacional han encabezado los llamados a protestar contra la ejecución.

La semana pasada se celebraron unas 300 protestas y vigilias en varias ciudades de Estados Unidos, América Latina y Europa.