San Cristóbal de las Casas, Chis. 18 de septiembre. El Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas (Cdmch), responsabilizó a los paramilitares de Paz y Justicia, al PRI y el PVEM por el clima de guerra contrainsurgente desatada el día 7 y acrecentada con inusitada violencia el día 13 contra la comunidad San Patricio, municipio autónomo La Dignidad, por parte de pobladores de los municipios oficiales de Sabanilla y Tila. 

La situación de cerco armado y hostigamiento contra San Patricio, en la zona norte del estado, ha generado diversos pronunciamientos de alarma y solidaridad, y la convocatoria de la Red contra la Represión para realizar una movilización nacional e internacional el próximo día 22. 

Las mujeres del Cdmch se sumaron a las protestas por estas agresiones que aterrorizan a las habitantes de la región y pretenden despojar a los compañeros zapatistas de las tierras que recuperaron de los terratenientes y que cultivan para su sustento diario. 

El organismo expuso: Específicamente denunciamos a Paz y Justicia que, con apoyo del gobierno y el Ejército federal, ha asolado la zona norte durante 15 años, atacando a las comunidades organizadas y las zapatistas, convirtiendo a las mujeres en botín de guerra, para poner fin a la justa rebeldía zapatista y de todos los campesinos que se oponen a las políticas neoliberales.

Según el Cdmch, ante la coyuntura electoral, grupos priístas como Paz y Justicia asumen una posición beligerante para retomar el poder de la región y el estado, dando a conocer, con los hechos sucedidos en San Patricio, las intenciones del PRI, aliado con el PVEM, de recuperar con violencia y a cualquier precio, el poder político en los municipios y regiones habitadas por los zapatistas. 

Despojo de tierras a zapatistas

Por su parte, la Red contra la Represión, conformada por colectivos de la otra campaña, rechazó las agresiones y sostuvo que la violenta presión que ejercen con impunidad los paramilitares es para que las bases zapatistas abandonen sus tierras. La amenaza de que serán asesinados es una muestra más de la estrategia paramilitar, solapada por todos los niveles de gobierno, para continuar la guerra contra los pueblos zapatistas. 

Quienes desde diversos rincones de México y el mundo admiramos y respetamos el digno caminar zapatista, hemos visto que las instituciones sólo saben generar violencia y guerra, y sabemos que los responsables de que algo llegue a ocurrir en San Patricio son los gobiernos federal y estatal, y los presidentes municipales de Sabanilla, Jenaro Vázquez López, y de Tila, Sandra Luz Cruz Espinoza. 

En su convocatoria a una dislocada nacional e internacional esta semana, la Red denuncia el incremento de agresiones contra las comunidades zapatistas. De julio a la fecha, las juntas de buen gobierno han hecho públicas más de seis agresiones realizadas por grupos de corte paramilitar o con dirigencia paramilitar como la ORCAO.

El caso de San Patricio es muy grave, ya que los compañeros se encuentran sitiados por fuerzas paramilitares y se teme por su vida. Lo anterior contrasta con las declaraciones del gobierno estatal en el sentido de haber avanzado en la solución pacífica de los problemas y con el desarme de los viejos grupos armados, que ahora hacen acto de presencia con otros nombres y siglas, pero con las mismas personas en su dirección y la complacencia de las policías y los titulares de los malos gobiernos.

Para la Red, este clima de hostigamiento físico pretende acabar con la autonomía zapatista, que golpea el rostro de quienes están al frente de las instituciones, ya que mientras gastan miles de millones de pesos en una guerra supuestamente contra la inseguridad, son los territorios zapatistas las zonas más seguras del país, y las que salen de la miseria en que están hundidas comunidades y pueblos indios.

El pasado 15 de septiembre, durante la celebración en la embajada mexicana en París por el grito de la dependencia, según dijeron, varios colectivos franceses difundieron entre cientos de asistentes informaciones sobre lo que hay detrás de la guerra del gobierno calderonista y sobre las agresiones paramilitares en contra de las bases zapatistas en San Patricio.