Pachuca, Hgo., 18 de septiembre. El Valle del Mezquital pierde entre 40 y 50 por ciento de las aguas residuales que le envían el Distrito Federal y su zona conurbada por falta de revestimiento en 75 por ciento de los mil 100 kilómetros de canales de los distritos de riego 3 (Tula), 100 (Alfajayucan) y 112 (Ajacuba), dio a conocer Alejandra Peña García, geógrafa de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e investigadora de El Colegio del Estado de Hidalgo (Colehi).

A la escasez de agua residual por la disminución de los caudales del Emisor Central y del Gran Canal, que desembocan en la presa Endhó, así como en los ríos Salado y Tula, se suma la merma por falta de recubrimiento de las acequias, lo que que propicia filtraciones y evaporación.

Con la construcción de la presa Taxhimay, el Valle del Mezquital se convirtió hace 80 años en el mayor sistema de riego del mundo alimentado con aguas residuales provenientes del valle de México.

Según el diagnóstico del estado de Hidalgo, emitido por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) en 2010, el campo utiliza más de 90 por ciento del agua que recibe la entidad, y sólo 5 por ciento se destina a consumo urbano.

Setenta y seis por ciento del suministro para uso agrícola corresponde a la subcuenca del río Tula, que a su vez obtiene 77 por ciento de su caudal de aguas residuales que son almacenadas en las presas Endhó, Requena, Taxhimay, Vicente Aguirre y Rojo Gómez.

La investigadora Peña García destacó que los campos del Valle del Mezquital regados con aguas no tratadas ocupan el tercer lugar nacional en producción agrícola y emplean a cerca de la mitad de la población económicamente activa (PEA) de la región.

Autora de un estudio sobre el proyecto de construcción de una planta tratadora de agua en Atotonilco de Tula, Peña García concluyó que el alto consumo del sector agrícola es un serio problema debido a la escasez del líquido y la demanda creciente de las zonas urbanas.

La Sagarpa considera que, en contraste con el acaparamiento del agua por el sector agropecuario, las ciudades muestran un déficit de 48 por ciento en el abasto, en tanto que los sectores minero e industrial demandan 2 por ciento del líquido disponible y la termoeléctrica Francisco Pérez Ríos, en Tula, 2 por ciento.

Peña García insistió en que es necesario recubrir de concreto 825 kilómetros de canales primarios y secundarios de los distritos 3, 100 y 112, con lo cual se aumentaría la disponibilidad de aguas negras para riego, se aliviaría la presión sobre los acuíferos y disminuiría su contaminación.