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La marcha en Donostia demanda amnistía y la repatriación de los prisioneros políticos

Miles exigen el fin de la cruel e inhumana situación que padecen presos vascos en España
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Vascos participan en San Sebastián en una marcha por la la libertad de Arnaldo Otegi y otros prisionerosFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 18 de septiembre de 2011, p. 23

Donostia, 17 de septiembre. La marcha para reclamar respeto a los derechos de los presos políticos vascos congregó a miles de personas en Donostia, a pesar de la intensa lluvia. Organizaciones de la izquierda independentista vasca apelaron al compromiso y la movilización para terminar con la cruel e inhumana situación que padecen los presos en las cárceles españolas y francesas, un día después de que el líder abertzale Arnaldo Otegi fue condenado a 10 años de prisión por el Tribunal Supremo español.

La manifestación también exigió la repatriación de los presos y amnistía. La lluvia ha acompañado durante todo el recorrido, pero no ha sido obstáculo para que miles de personas secundaran la movilización, en la que participaron allegados de los presos, ex prisioneros y personajes relacionados con el mundo cinematográfico.

A lo largo de todo el recorrido se escucharon consignas en favor del traslado de los presos a Euskal Herria, el fin de la dispersión y por la amnistía, y también en favor de la independencia del País Vasco.

Los líderes independentistas, Beñat Zarrabeitia y Mari Feli Etxeandia, de la iniciativa Egin Dezagun Bidea, denunciaron ante la multitud la cruel realidad que padecen los más de 700 presos políticos vascos dispersados en cárceles españolas y francesas. Una política de dispersión que se aplica desde hace más de 20 años y cuya expresión más cruda es la de los familiares que han fallecido en las carreteras al intentar llegar a los penales donde se encuentran recluidos sus familiares.

También hablaron de la cadena perpetua encubierta de la doctrina 197/2006, que abre la puerta para que los presos estén encerrados 30 y 40 años. Una medida que, tal como han subrayado, choca frontalmente con una nueva fase política que supere las raíces y las consecuencias del conflicto.

Por ello, han exigido alto y claro la derogación de la medida y la puesta en libertad de los presos que han cumplido las tres cuartas partes de la pena impuesta, así como la de aquellos que padecen enfermedades crónicas o graves.

Los representantes de Egin Dezagun Bidea agregaron que la política carcelaria que se aplica al colectivo de presos vascos es el símbolo de la crueldad, se sustenta en la venganza, el chantaje y la represión, y se escuda en una legislación de excepción.