El caso Gross nunca estuvo en la agenda de la visita de Richardson, aclara La Habana
La isla envía informe a la ONU; es la base para la votación contra el embargo en el organismo
Jueves 15 de septiembre de 2011, p. 22
La Habana, 14 de septiembre. Estados Unidos impuso en 2010 multas por algo más de 500 millones de dólares a cuatro corporaciones por realizar movimientos financieros no autorizados hacia destinatarios cubanos, según un informe del gobierno de La Habana a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El vicecanciller Abelardo Moreno entregó hoy a la prensa el informe que Cuba elabora desde hace dos décadas sobre el impacto del bloqueo estadunidense. Según la nueva versión, las sanciones por las transferencias recayeron en su mayor parte en el banco holandés Abn Amro.
Al mismo tiempo, el gobierno cubano emitió un fuerte desmentido al ex gobernador de Nuevo México, al asegurar que Bill Richardson vino por su propia iniciativa y sin que el caso del prisionero Alan Gross estuviera pactado antes como punto de agenda.
El informe a la ONU es la base para una votación simbólica sobre el bloqueo en la Asamblea General del organismo mundial, que esta vez se realizará el 25 de octubre.
En su campaña diplomática sobre ese punto, Cuba ha logrado un respaldo creciente. El reporte concluyó que la coerción económica de Washington ha continuado aplicándose con todo rigor
.
Sobre el incremento de viajes de algunos estadunidenses, autorizado por el presidente Barack Obama, el reporte descartó que se trate del anuncio de un cambio sustancial
en la posición de la Casa Blanca y en cambio lo consideró un reflejo de la creciente oposición
en Estados Unidos a las sanciones contra la isla.
El informe estimó que el impacto del bloqueo a precios constantes es de 104 mil millones de dólares, pero podría elevarse a casi un billón de dólares si se calcula con la depreciación de la moneda estadunidense respecto al oro.
El desmentido
En una declaración escrita, la directora de América del Norte de la cancillería, Josefina Vidal, dijo esta noche que a Richardson se le recibió en forma privada, como en ocasiones anteriores.
El político estadunidense estuvo aquí una semana. Consultado por la prensa, aseguró que vino invitado por el gobierno cubano para tratar el caso de Gross, pero una vez en la isla las autoridades le negaron el acceso al detenido y rehusaron discutir el asunto.
Vidal afirmó que Richardson no había anticipado su interés de visitar a Gross y que la petición se volvió imposible
cuando el ex embajador ante la Organización de Naciones Unidas calificó al detenido como rehén
del gobierno cubano y anunció que se quedaría en la isla hasta cumplir su objetivo.
Se le recordó al señor Richardson que Cuba es un país soberano, que no acepta chantajes, presiones ni prepotencias
, añadió Vidal.
Luego la funcionaria precisó que visitantes estadunidenses han podido visitar a Gross, cuando lo han pedido de manera privada, discreta y respetuosa
. Agregó que la salud del prisionero es normal
, considerando su edad y sus enfermedades crónicas y que funcionarios consulares de Estados Unidos pudieron hablar este mes con el detenido y con sus médicos.
La suerte de Gross es ahora para Washington el obstáculo principal para aliviar el conflicto con la isla. La contraparte son los cinco agentes cubanos presos en Estados Unidos, cuya liberación es de alta prioridad en la política exterior de La Habana.
En ambos casos están agotadas las vías judiciales, aunque los cubanos gestionan un recurso excepcional de hábeas corpus. El escenario más realista para una solución en los dos lados parece ser una negociación política, difícil de vislumbrar, de acuerdo con las señales públicas.