Las críticas del zar antidrogas estadunidense, Gil Kerlikowske, a la militarización de la lucha contra el crimen organizado en México, comprueban que la estrategia del presidente Felipe Calderón no ha dado los resultados que se esperaban y que Washington posiblemente tenga dudas sobre el uso que le está dando el país a los recursos de la Iniciativa Mérida, señalaron activistas de derechos humanos.

Raúl Ramírez Baena, presidente de la Comisión Ciudadana de Derechos Humanos del Noroeste, aseveró que los excesos en los que han incurrido las fuerzas armadas en la guerra contra el narco han llegado a tal extremo que ya trascendieron las fronteras nacionales.

No se puede tapar el sol con un dedo. Los testimonios sobre los abusos de los soldados son abrumadores, y lo que dice el funcionario delinea que este puede ser un criterio de política pública de Estados Unidos, y que incluso se podrían condicionar los recursos de la Iniciativa Mérida, señaló.

Es de llamar la atención, dijo el activista, que sea el gobierno de Washington el que señale los errores de la estrategia calderonista de seguridad, en vez de organismos como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, al tiempo que manifestó sus dudas de que el gobierno modifique el rumbo, a pesar de todas las críticas recibidas.

Ana Luisa Nerio, del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, coincidió en que lo dicho por Kerlikowske demuestra el nivel de descontento que han generado las políticas de seguridad del titular del Ejecutivo, y esperó que esos señalamientos no sean descalificados por el solo hecho de venir de un funcionario extranjero.

Vale la pena tomar en cuenta su opinión, y tomarla como referencia de que en Estados Unidos están conscientes de que no ha habido resultados: no baja el tráfico de drogas y no disminuye la violencia, y por eso debe haber cuestionamientos sobre cómo se usa el dinero de la Iniciativa Mérida, apuntó.