En ningún gobierno se puede permitir que uno de los integrantes de su gabinete ponga en tela de juicio la autoridad política y moral de quien lo encabeza, porque de lo contrario se pierde la cohesión, advirtió el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon.

Puntualizó que a nadie le ha pedido que sea incondicional, pero sí exige que haya respeto mutuo. Y si no estás de acuerdo o no tienes la convicción de que quien dirige el gobierno al que perteneces, en donde estás trabajando, tiene la autoridad política y moral para hacerlo, pues lo que tienes que hacer es retirarte.

Aclaró que Andrés Manuel López Obrador nada tuvo que ver ni en la designación ni en la salida de Martí Batres Guadarrama de la Secretaría de Desarrollo Social. Fue una decisión del gobierno que nada tiene que ver con Andrés.

Entrevistado ayer, Ebrard Casaubon aseveró que en su gobierno siempre ha habido cohesión y trabajo en conjunto. Somos un gobierno tolerante, respetuoso de las opiniones de cada cual y así seguiremos trabajando. Lo que sí no puede permitir el jefe de Gobierno es que se ponga en tela de juicio su autoridad, porque entonces se pierde la cohesión del gobierno.

Reiteró que la salida de Batres Guadarrama no implica ni una ruptura ni distanciamiento con Andrés Manuel López Obrador. El viernes el secretario de Desarrollo Social tomó una decisión y esto es la consecuencia de ello, nada más.

Más tarde, se reunió en privado con los integrantes de su gabinete Ebrard Casaubon y les explicó la razón por la que decidió cesar a Batres y les aclaró que se comporta con tolerancia, pero eso no significa que no sepa actuar con firmeza cuando se requiere.

En el encuentro, que no duró más de 10 minutos, el mandatario destacó que no se puede considerar traidores a funcionarios por tener reuniones con integrantes del gobierno federal.

Rechazó que la remoción de Batres tuviera móvil político y añadió que tampoco despediría a alguien por apoyar a Andrés Manuel López Obrador.

Detalló que Batres golpeó su autoridad moral y eso no lo podía permitir, porque cualquiera le faltaría al respeto. Para terminar, Ebrard solicitó a su gabinete mantener la cohesión.