Argel, 6 de septiembre. El gobierno de Níger negó hoy insistentes rumores que daban cuenta de que el líder libio Muammar Kadafi había viajado en un convoy terrestre hacia su territorio, con el que Libia hace frontera en el sur, en momentos en que los insurrectos reiniciaron negociaciones con los dirigentes de la localidad de Bani Walid.

El canciller nigerino, Mohamed Bazum, al hablar sobre la presunta entrada del convoy dijo que no es verdad, no se trata de Kadafi y no creo que el convoy en cuestión tenga las proporciones que se le atribuyen.

Fuentes militares francesas y nigerinas afirmaron que Kadafi habría llegado a Níger a un exilio pactado con las autoridades de Burkina Faso –vecina de Níger en el sur–, que hace dos semanas le ofreció asilo junto con su familia.

Según las fuentes, un convoy de entre 200 y 250 vehículos militares libios entró la noche del lunes en la localidad de Agadez, en el norte de Níger, escoltado por soldados de ese país.

El Consejo Nacional de Transición (CNT) confirmó la especie pero no precisó si Kadafi o alguno de sus hijos se hallaba en alguno de los vehículos blindados que formaban parte del convoy.

Fathis Baja, uno de los voceros del CNT, indicó que 10 vehículos llevaban dinero tomado de una sucursal del Banco Central de Libia. Llevan oro, euros y dólares que se llevaron del Banco Central en Sirte, aseguró.

Pláticas en Bani Walid

La presidencia de Burkina Faso precisó que no tiene conocimiento de la supuesta intención de Kadafi y otras personas de su entorno de refugiarse en su país.

Expertos consideran que un convoy militar libio de tales magnitudes difícilmente podría avanzar sin peligro o el conocimiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

En el terreno, los opositores armados reanudaron las negociaciones con líderes locales de Bani Walid, uno de los últimos bastiones de las fuerzas leales a Kadafi, interrumpidas el domingo.

Abdulá Kenchil, que encabeza las pláticas señaló que nuestros colegas de Bani Walid se reunieron con nosotros y se les aseguró que no queríamos heridos y que preservaríamos sus vidas.

El jeque Abdel Qadir Mayad, responsable de Bani Walid, pidió a los alzados decretar una amnistía general e indicó que la reunión clarificó las sospechas entre ambos bandos. Además, señaló que estamos aquí para evitar un baño de sangre; en Bani Walid se llegó a una etapa en que se toma conciencia de que el antiguo sistema terminó, sostuvo.