En el Distrito Federal, más de 10 mil estudiantes de una matrícula  de 27 mil que cursan secundaria en 127 planteles públicos se verán afectados por la compactación de más de 480 grupos, en razón de que la Secretaría de Educación Pública (SEP) busca optimizar recursos, abriendo grupos de hasta 40 alumnos, sobre todo en turnos vespertinos.

Maestros de la sección 10 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) –que agrupa a cerca de 60 mil profesores de secundarias de la capital– denunciaron que pese a los intentos de negociación con la Administración Federal de Servicios Educativos del Distrito Federal (AFSEDF)–dependiente de la SEP– no hay garantía de que miles de jóvenes recibirán clases en aulas que no estén sobresaturadas.

Incluso, aseguraron, la compactación de grupos podría llegar hasta 500, lo que afectaría también a miles de docentes que cada seis meses tienen que renovar contrato.

De acuerdo con los profesores, las autoridades educativas pretenden reducir los grupos en escuelas de 14 de las 16 delegaciones del Distrito Federal. Entre las que resultarían más afectadas se encuentran en Gustavo A. Madero, donde en 35 planteles de 379 grupos se compactarían más de 150 .

Le seguirían las delegaciones Cuauhtémoc y Venustiano Carranza, con 13 planteles en cada una; Azcapotzalco con 11, y Tlalpan, Miguel Hidalgo y Álvaro Obregón con ocho. En tanto, los planteles de Milpa Alta serían los menos afectados, pues sólo a uno le quitarían un grupo.

Para Sergio Espinal, secretario general del Comité Ejecutivo Nacional Democrático del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), dijo que la compactación podría llegar hasta 500 grupos donde la estrategia de la SEP sería principalmente “hacinar a los alumnos en salones de más de 40 estudiantes, lo cual es totalmente antipedagógico.

Que haya una matrícula baja no justifica de ninguna manera que se cierren grupos. Lo que quieren las autoridades es ahorrarse al máximo los recursos respecto del pago de profesores. Con la compactación de grupos se van a desplazar o a despedir a cientos de maestros, particularmente a los que tienen contratos temporales y limitados, manifestó.

Otro grave problema, dijo, es que si la SEP toma estas medidas, va a saturar los grupos de la mañana, pero además va a provocar la deserción. El aprovechamiento de los niños va a ser menor porque entre más hacinados estén más dificultades de aprendizaje van a tener, y a los docentes se les van a sobrecargar las actividades.

Las autoridades educativas no sólo están eliminando grupos de secundaria que tengan menos de 15 alumnos. Hay casos de escuelas con seis grupos de primer año con 31 alumnos cada uno; seis de segundo con 32, y seis de tercero con 24 alumnos cada uno.

Sin embargo, la AFSEDF propone que sean seis grupos de primer grado con 40 alumnos por salón –sin quitarle ningún grupo–, cinco de segundo con 38 cada uno –quitándoles uno– y cinco con 38 niños, también restándole un grupo, para que en total queden 16 grupos en lugar de 18, aunque en otros planteles propone reducir entre 10 y 15 grupos, aseveró.

Entrevistado por separado, Mario Leyva, del colegiado de organización de la sección 10 y de la CNTE, aseguró que hay “algunas autoridades –como directores e inspectores de secundaria– que se resisten a aceptar un mínimo de 10 alumnos por salón, sobre todo en el turno vespertino”. Tal es el caso, afirmó, de la secundaria 149, ubicada en Coyoacán, que tiene un grupo de primer grado con nueve alumnos, el cual pretenden desaparecer por no contar con el mínimo de 15 estudiantes.

El problema, abundó, es que al igual que en varias secundarias, el director de ese plantel impide que se inscriban más niños para completar los salones. Por el contrario, indicó, en la secundaria 138, localizada en la Gustavo A. Madero, hay un grupo en el que están hacinados 48 niños, cuando ahí podrían funcionar tres grupos de manera normal con el número de estudiantes que requiere la SEP.

En ese sentido, José González Figueroa, fundador de la CNTE, dijo que con la compactación, “lo que busca la SEP es desaparecer los turnos vespertinos, ocasionando que muchos jóvenes abandonen sus estudios, porque varios trabajan por la mañana.

A estos estudiantes se les tiene que poner mayor atención pedagógicamente, pero si la SEP quiere acoplar un salón con más de 40 alumnos, lo único que va a conseguir es que se distraigan y corran el riesgo de bajar su perfil académico.