l presidente Barak Obama anunció la nominación de Alan Bersin como responsable de la frontera y nuevo jefe de la Oficina y Protección Fronteriza, cuyo encargo es atender la estrategia estadunidense en materia de seguridad, migración y temas comerciales en relación con México. De acuerdo con datos proporcionados por Notimex, de 1993 a 1998 Alan Bersin encabezó el combate a la inmigración indocumentada en la frontera de California con México, donde supervisó el desarrollo de la Operación Guardián para vigilar el área de San Diego. Además de haberse desempeñado, en su calidad de procurador federal, como representante para la Frontera Suroeste del Departamento de Justicia durante la administración del presidente Bill Clinton.

En el programa de noticias MVS la periodista Carmen Aristegui entrevistó a Alan Bersin el 1º de septiembre y, de acuerdo con el llamado “zar de la frontera”, el mensaje que el gobierno de Barak Obama quiere enviar es que la frontera es diferente a lo que sucedía en el pasado momento en que los migrantes podían pasar sin peligro. Por ello quieren decirles a los piensan cruzar que es más riesgoso porque ahora se encuentra involucrada la delincuencia organizada, verdaderos tratantes de seres humanos, extorsionadores, etcétera, y porque están trabajando 6 mil personas en la frontera para fortalecerla, lo que los obliga a pasar por lugares muy peligrosos como es la frontera Arizona/Sonora.

Un dato muy relevante que otorga el entrevistado es que las muertes en la frontera disminuyeron de 234 a 168 en este año fiscal, y esto se debe, según Bersin, a que han enviado el mensaje de que la frontera es mucho más fuerte con la presencia de los agentes. Por otro lado quiere insistir en que ahora el paso de los indocumentados tendrá un castigo, ya que antes podían optar por un regreso voluntario.

No es creíble que los funcionarios estadunidenses estén tan preocupados por la suerte de los migrantes indocumentados, sobre todo en momentos en que la migración ha disminuido en forma muy importante y que las muertes, terribles, aunque fuera uno sola también se han reducido. Entonces, ¿por qué el mensaje de una supuesta nueva estrategia?

Revisemos brevemente la historia de la frontera. En primer lugar, fue justamente a partir de la administración del presidente Clinton que el llamado “zar de la frontera” tuvo un papel relevante, y se adoptó una estrategia totalmente policiaca; momento crucial en el que se llevaron a cabo los más importantes programas de refuerzo fronterizo. Esto fue lo que provocó el extraordinario incremento de migrantes indocumentados que llegó a Estados Unidos y que obligó a éstos a tratar de pasar por lugares mucho más peligrosos, lo que causó el incremento de muertes: Operación Bloqueo en El Paso, en 1993; Operación Guardián en San Diego, en 1994; Operación Salvaguarda en Arizona, en 1995; Operación Río Grande en Texas, en 1997; Operación Salvavidas, en 1998, lo que dio lugar a una suerte de militarización en la frontera, tal como señala Tim Dunn.

Entre 2005 y 2008 se aplicaron los operativos denominados cero tolerancia que, de acuerdo con Juan Manuel Sandoval, tuvieron por objetivo someter a los migrantes indocumentados a un juzgado federal para ser procesados por el delito federal de ingresar “ilegalmente en Estados Unidos. Conlleva multas de 50 a 250 dólares y penas hasta de seis meses en cárceles lejanas cuando se trate de la primera vez, y mayores si son reincidentes. De acuerdo con Sandoval, no hay oportunidad alguna de obtener libertad condicional o de ser solamente deportado, como anteriormente se hacía.

Como vemos, desde la década de 1990 ha habido refuerzos fronterizos que provocaron, desde entonces, el paso por lugares muy peligrosos, con las consabidas tragedias, y hace tiempo que hay castigos contra los indocumentados. A pesar de ello los indocumentados se incrementaron a 12 millones, de los cuales cerca de 7 millones son mexicanos. Había trabajo, y por eso valía la pena arriesgarse, pues las condiciones laborales en México eran lamentables.

La migración ha disminuido en forma importante porque los migrantes saben dos cosas fundamentales. Una, que el paso por México hasta alcanzar la frontera es de enorme inseguridad por la delincuencia organizada; no tiene que molestarse el señor Alan Bersin en informarlo a los migrantes, y la otra porque la situación que guarda la economía de Estados Unidos no permite pensar que arriesgarse a la travesía, pagar enormes cantidades para el cruce, valdrá la pena enfrentarlo cuando no hay seguridad de obtener un trabajo, aun cuando las condiciones en México, que fueron lo que los impulsó a migrar, sigan siendo muy lamentables.

La expansión del fenómeno migratorio indocumentado fue ocasionada por los mismos estadunidenses al no otorgar las visas necesarias que la economía requería ante el enorme crecimiento económico y así se creó un conjunto laboral al que pueden explotar a voluntad por su situación administrativa, de la que se benefician muy claramente los empleadores que obtienen grandes márgenes de ganancia. Lo que producen los refuerzos fronterizos es vulnerar aún más a esa fuerza de trabajo.

Los funcionarios estadunidenses piensan que no tenemos memoria histórica, aunque eso no les importa, pues en realidad lo que buscan es que la mencionada nueva estrategia tenga un efecto positivo en el ámbito doméstico para la elección de 2012.

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