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Dudan de la seguridad del Soyuz tras la caída de Progress

Estados Unidos y Rusia evalúan dejar la EEI sin tripulación
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La EEI, a unos 300 kilómetros de la TierraFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Martes 6 de septiembre de 2011, p. 3

Moscú y Washington, 5 de septiembre. Por primera vez en 11 años, Estados Unidos y Rusia, naciones líderes en temas espaciales, evalúan dejar temporalmente sin tripulantes o incluso abandonar la Estación Espacial Internacional (EEI).

El motivo es la caída del módulo de transporte ruso Progress el 24 de agosto, debido a un problema en el lanzamiento con la nave Soyuz que lo debía transportar al espacio.

Si bien originalmente estaba previsto que la EEI estuviese en servicio hasta 2013, el plazo fue prolongado hasta al menos 2020, tras lo cual la central será hundida en el océano.

Ante todo, los europeos, que invirtieron mucho dinero, están inquietos por la nueva discusión. Ellos recomiendan seguir con el proyecto de la EEI.

Ahora empieza la etapa en la que esperamos ver resultados, apuntó el director del Centro Alemán para la Navegación Aérea y Espacial, Johan-Dietrich Wörner. No queremos que se abandone la EEI, agregó. Wörner quiere además que en el debate se incluya a la Agencia Espacial Europea (AEE), aunque sabe que en el fondo la decisión dependerá de las dos grandes potencias espaciales: Rusia y Estados Unidos.

Aunque durante años la fiable Soyuz fue considerada el escarabajo del espacio, tras el reciente y costoso incidente surgieron preguntas sobre su seguridad. Rusia, siempre orgullosa de su tradición espacial, se pone en duda incluso su presencia en el cosmos y el accidente también ha puesto a Estados Unidos ante un dilema pocos meses después del desmantelamiento de sus transbordadores.

Sin tripulación, hay un gran riesgo de perder la EEI, advierte el director de la estación para la NASA, Michael Suffredini. Para Wörner, sin tripulantes la central podría incluso perder su razón de ser: Muchos experimentos sólo pueden ser desarrollados por personas. Y muchas situaciones inesperadas a 350 kilómetros de altura precisan de intervención humana.

Derrota

Para Estados Unidos, la salida de la EEI sería una derrota en toda regla. La mayor parte de los vuelos de sus transbordadores en las décadas pasadas estuvieron destinados al montaje y equipamiento de la estación espacial. El transporte con la Soyuz es mucho más barato, otro de los motivos por los que la NASA decidió jubilar a sus transbordadores. Así podría destinar más dinero para otros proyectos importantes de la estación, según explicó Scott Pace, miembro del Instituto Aeroespacial de la Universidad de George Washington. Sin embargo, ahora esa estrategia parece resquebrajarse.

Rusia intenta por el momento aplacar la discusión. En la época soviética hubo 10 veces más accidentes que ahora, asegura Boris Chertok, miembro de la Academia Rusa de la Ciencia. Y según explicó a Interfax Vitali Davydov, vicedirector de la agencia espacial rusa Roskosmos, no puede hablarse de una crisis en el sistema espacial ruso.

Negocio millonario

Su intento por quitar peso a los fallos de la Soyuz no sorprende a nadie. Al fin y al cabo se trata de un negocio millonario para Rusia, a la que la NASA pagará 60 millones de dólares por cada pasaje a la EEI. Ese dinero es fundamental para los planes de Moscú de financiar una nueva estación.

No extraña, por tanto, que Rusia intente presionar a Estados Unidos con su salida de la EEI. La estación casi agotó su capacidad para realizar experimentos, y además los astronautas emplean casi todo el tiempo en reparaciones, apuntó Chertok.

Si la colaboración espacial entre Rusia y Estados Unidos terminara ahora, las cartas de la partida volverían a repartirse. Pero ambas potencias ya no estarían solas. Tendrían que competir con un nuevo jugador: China, que según Chertok, en los próximos seis años contará con naves espaciales confiables.