Desapareció en 1996; prueba genética aclara parentesco
Domingo 4 de septiembre de 2011, p. 34
Ciudad Juárez, Chih., 3 de septiembre. Después de 15 años desaparecida, los restos de una de víctima de feminicidio, Miriam Lizet Bernal Hernández, fueron velados ayer, tras comprobarse la conicidencia genética entre la víctima y sus familiares. Lizet desapareció en agosto de 1996, cuando tenía 17 años. Su cadáver estuvo en el Servicio Médico Forense y luego fue enviado a la fosa común. Sin embargo, la familia aportó pruebas genéticas que permitieron que fuera exhumado en 2004; el cuerpo había sido enviado a la fosa común del panteón San Rafael.
En el caso de Miriam Lizet, la Fiscalía General del Estado informó que el cuerpo fue localizado el mismo año que desapareció con huellas de abuso sexual y heridas de arma blanca
. Agregó que el cuerpo no fue identificado en su momento debido a que sus padres reportaron la desaparición de manera formal dos años después de los hechos
.
Por su parte, los familiares señalaron que la buscaron y nunca fue localizada hasta que les avisaron que el cuerpo había sido enviado en 1998 a una fosa común
. Desde esa fecha, se dedicaron a aprotar pruebas genéticas que permitieron la exhumación en 2004. Luego de los estudios genéticos, la familia viajó ahora para recogerlos.
Otras cuatro desaparecidas
Patricia Jazmín Ibarra Apodaca, de 17 años, desapareció el 7 de junio pasado cuando salía de su trabajo en la zona centro. La mamá de la joven, Rosa María Apodaca, declaró que un hombre la presionó durante tres meses para que fuera modelo y cuando aceptó ir a la entrevista no regresó. Se quejó de que no cuenta con apoyo de las autoridades, porque ella tiene identificado al hombre que se llevó a su hija, hizo la denuncia, así como una descripción del sujeto, pero las autoridades no han elaborado el retrato hablado, ni han empezado a buscarlo. Otros padres de familia denunciaron la desaparición de tres adolescentes a las que ofrecieron trabajo como modelos en la zona centro de Juárez.