Londres, 2 de septiembre. Un barco de guerra y cazabombarderos británicos atacaron posiciones del ejército de Libia, en una nueva demostración de la injerencia abierta de Gran Bretaña en la guerra contra Muammar Kadafi.

La acción fue dada a conocer desde la capital británica por el Ministerio de Defensa, que señaló que un bombardeo a las inmediaciones de la ciudad de Sirte –uno de los bastiones de Kadafi– fue una demostración de fuerza para los militares libios que pretenden resistir, después de que Trípoli, la capital del país árabe, cayó la semana pasada en poder de los alzados apoyados por la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Los gobiernos de Gran Bretaña y Francia, que se apresuró a lanzar el primer bombardeo sobre Libia el 18 de marzo, han sido los países más activos en alentar el levantamiento desde mediados de febrero.

Los dos países han sido cuestionados por rebasar los términos de la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, que estableció un embargo de armas para Libia en el marco del conflicto y una prohibición al vuelo de aviones gubernamentales. Versiones de empresa han señalado que británicos y franceses entrenaron a los opositores armados y les dotaron de armas.

La ofensiva contra el ejército libio en Sirte estuvo a cargo del destructor HMS Liverpool. Aviones de guerra destruyeron instalaciones militares en Bani Walid, 150 kilómetros al sur de Trípoli.