Blake Mora acudió a San Lázaro y garantizó respuesta a todas las interrogantes
Viernes 2 de septiembre de 2011, p. 16
El boato que marcó el día del presidente
cada primero de septiembre y cobró brillo con personajes como Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y en la primera etapa de Vicente Fox, se difuminó ayer en San Lázaro.
El cierre de avenidas, el despliegue de miles de elementos del Ejército Mexicano y del Estado Mayor Presidencial, el besamanos y los discursos vacíos y grandilocuentes quedan sólo en la historia del presidencialismo.
Ayer, el desorden se impuso al protocolo y de poco sirvió la convocatoria del flamante presidente de la mesa directiva, Emilio Chuayffet, quien la víspera había llamado a los legisladores a presentarse con puntualidad a la ceremonia programada a las cinco de la tarde. No fue atendido.
A esa hora llegó el secretario de Gobernación. Su puntualidad contrastó con la abulia de más de la mitad de los 500 diputados que aún se encontraban en sus oficinas, en el restaurante Los Cristales o con sus coordinadores en el habitual ejercicio de la grilla.
Blake fue conducido por el teniente Carlos Gómez Arrieta al viejo salón de protocolo, contiguo al salón de sesiones, para que esperara la integración del quórum. Faltando 29 minutos para las seis, la secretaría de la presidencia informó que ya se encontraban reunidos 341 diputados y 91 de los 128 senadores, de manera que podría dar inicio la sesión de Congreso general.
Chuayffet declaró el inicio de los trabajos y decretó un receso para acudir a donde esperaba Blake, quien entregaría el informe de Felipe Calderón. Una caja negra de cartón contenía el documento que reporta el estado de la nación, y que será analizado en los próximos días por la Cámara de Diputados en la glosa. El secretario le extendió el paquete a Chuayffet.
En lacónica exposición, Blake cumplió con el trámite, ofreció agotar las preguntas parlamentarias, pero también solicitó a diputados y senadores crear una agenda de trabajo que nos permita sacar adelante las demandas, los retos que la nación nos exige, los desafíos que el propio país nos impone, particularmente en materia de seguridad pública, de seguridad nacional, de desarrollo económico y, por supuesto, desarrollo democrático
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En respuesta, Chuayffet expuso que con buen entendimiento y buena fe, cumplirán los poderes de la Unión sobre todo, pensando en México, (ya que) ni la circunstancia electoral, ni ningún otro distractor hará que perdamos el tiempo
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Aseguró que en las dos cámaras del Congreso hay disposición para de hacer más eficaz el trabajo legislativo y recuperar y vindicar el prestigio de una clase política que desde el Poder Legislativo ni debe perder el tiempo, ni debe hacer leyes ociosas
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Tras un apretón de manos y un intercambio de opiniones en corto, el secretario de Gobernación abandonó el sitio en medio de un riguroso operativo de seguridad. Poco después de las seis de la tarde, un convoy de cinco camionetas Suburban blindadas formó la escolta de Blake, una vez cubierto el trámite del día del Informe.