La Paz, 1° de septiembre. El presidente de Bolivia, Evo Morales, reiteró su llamado al diálogo a los indígenas amazónicos que protestan contra la construcción de una carretera que unirá los departamentos de Beni y de Cochabamba a través del Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), rico en flora y fauna.

El mandatario denunció que el rechazo a la carretera es un pretexto tras el cual se esconden intereses de fuera, lo cual se confirmó, dijo, al comprobarse las llamadas telefónicas entre representantes de la embajada de Estados Unidos en La Paz y líderes indígenas.

El 15 de agosto partió de la ciudad de Trinidad una marcha contra la construcción del tramo II de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos por pesuntos daños al ambiente.

El gobierno envió ayer a una comisión a la localidad de San Borja, en Beni, para buscar un acercamiento con los indígenas amazónicos, pero éstos decidieron seguir con su medida de presión, en lo que constituyó el quinto intento frustrado de diálogo.

El presidente, también indígena, señaló que antes las marchas eran para buscar el diálogo con el gobierno, mientras que ahora es el Ejecutivo el que insiste en negociar. Sin embargo, reiteró que la caminata hacia La Paz, como medida de presión, no es iniciativa de los indígenas sino de intereses extranjeros.

Sostuvo que una demanda regional no puede ir en contra de los intereses de todos los bolivianos, y reiteró su negativa a modificar el trazado de la carretera, al tiempo que destacó que muchas comunidades apoyan la construcción de ese camino.

Tras 96 kilómetros de recorrido los nativos presentaron un conjunto de demandas que apuntan a boicotear el funcionamiento del Estado y que van más allá del argumento inicial de perjuicios a la naturaleza, añadieron fuentes gubernamentales.

Morales también consideró inatendible el pedido de los nativos para la paralización de todas las actividades hidrocarburíferas en el parque nacional Aguarare, en el sur del país, porque casi 90 por ciento de la explotación pasa por ahí.

La delegación de la Organización de Naciones Unidas en Bolivia llamó al gobierno y a los indígenas a realizar los mayores esfuerzos y a aportar su buena voluntad para el diálogo.