Como secuela de las diferencias entre consejeros en torno a la introducción de las denominadas portaurnas como nuevo material electoral para los comicios de 2012, Marco Antonio Baños y Francisco Guerrero hicieron llegar un oficio a la Contraloría General del Instituto Federal Electoral (IFE) para que tomara conocimiento, formalmente, de la decisión de la Comisión de Organización de cancelar ese proyecto y de la determinación del consejero presidente, Leonardo Valdés, de analizar vías de financiamiento para el proyecto con cargo al presupuesto 2011.

A partir de esta notificación, la contraloría decidirá si procede investigar la viabilidad legal de un eventual cambio en la asignación presupuestal con base en los ahorros del organismo, canalizar los 65 millones de pesos para lanzar la licitación y adquirir esos materiales electorales que servirían, entre otras cosas, para facilitar el voto de las personas con discapacidad.

En el escrito se hace una descripción de los hechos, desde que la dirección ejecutiva de organización electoral presentó el proyecto de las porta urnas, la discusión en la comisión del ramo entre consejeros y partidos, la determinación unánime de rechazar dicho proyecto por considerarlo presupuestalmente inviable para 2012, dado lo oneroso del material hasta la decisión, en sesión del consejo general del IFE, de Valdés de ordenar al área ejecutiva de ese instituto analizar si mediante los ahorros del organismo en 2011 –que estimó en 155 millones de pesos– era viable financiar su adquisición en el año que corre.

Desde que Valdés hizo el anunció, ambos consejeros dijeron que solicitarían la intervención de Gregorio Guerrero, contralor general del IFE, para que se pronunciara sobre esa eventual reasignación de recursos, en virtud de que hay otros proyectos prioritarios a los que podrían canalizarse los ahorros.