Moscu, 30 de agosto. La petrolera estadunidense Exxon Mobil y el consorcio estatal ruso, Rosneft, acordaron este martes explotar de manera conjunta yacimientos de crudo en la plataforma continental del Mar de Kara, en la zona del Ártico adscrita a Rusia, y en el Golfo de México y Texas.

El multimillonario acuerdo, que supone una inversión directa de entre 200 mil a 300 mil millones de dólares, se suscribió en la residencia del primer ministro Vladimir Putin, en Sochi, balneario del Mar negro.

Este entendimiento deja fuera de la jugada a Chevron y Shell, pero especialmente a British Petroleum, que durante meses intentó asociarse con Rosneft, a pesar del rechazo categórico de sus socios rusos de la compañía mixta TNK-BP.

De esta manera, el gobierno de Rusia consiguió comprometer la participación de una de las grandes petroleras en la asimilación de los yacimientos del Mar de Kara y del Mar Negro, asegurando que aporten experiencia y tecnología.

A cambio, Rosneft podrá intervenir en los proyectos de exploración que Exxon Mobil tiene en el Golfo de México y en Texas, aunque esta vez no se formalizará el intercambio de acciones que se había propuesto a British Petroleum.

Putin celebró que Rosneft haya firmado un acuerdo de cooperación estratégica con un socio tan fiable y eficaz, Exxon Mobil, que ya lleva tiempo operando en Rusia, tanto en el proyecto Sajalín-1, en el Pacífico, como en el Mar Negro.

Sólo (en Sajalín-1) en una de las plataformas donde están, crearon 13 mil puestos de trabajo, y en sí mismo eso ya es un buen resultado, dijo Putin a los directivos estadunidenses.

Prometió que su gobierno coadyuvará en todo al exitoso funcionamiento de ambas petroleras, si bien faltan muchos detalles por definir.

En la primera etapa se invertirán 3 mil 200 millones de dólares para continuar la exploración y comenzar la explotación de los yacimientos que tiene Rosneft en el Mar de Kara y el Mar negro.

En esa labor conjunta, Rosneft tendrá 66.7 por ciento, y Exxon Mobil 33.3 por ciento. En el Golfo de México y Texas los porcentajes se invertirán y los rusos tendrán un tercio por dos tercios de los estadunidenses.

Son proyectos a muy largo plazo. Por ello, las petroleras decidieron crear en San Petersburgo un Centro de Investigación del Ártico, que se encargará de concentrar la información que obtengan, así como de formar especialistas.