La Armada de México se sumó al Ejército y la Policía Federal para coadyuvar al mantenimiento del estado de derecho en Nuevo León, luego del atentado contra el casino Royale, cometido el jueves pasado en Monterrey. Ayer fueron trasladados vía aérea a esa ciudad 400 militares, para totalizar los mil 500 que participarán en el reforzamiento de la seguridad.

La Secretaría de la Defensa Nacional afirmó que su presencia en Nuevo León será en tanto las instituciones locales consolidan sus procesos de evaluación y fortalecimiento, para estar en posibilidad de cumplir con su responsabilidad de procurar seguridad a sus ciudadanos.

Sostuvo que con esas acciones ratifica su compromiso de continuar coadyuvando con las autoridades de los tres órdenes de gobierno para combatir de manera frontal todas las manifestaciones del crimen organizado.

La Secretaría de Marina dio a conocer el envío de elementos de fuerzas especiales e inteligencia naval, además de unidades terrestres y aéreas, para efectuar patrullajes y labores de vigilancia y reforzar los operativos “encaminados a la pronta localización y aseguramiento de los responsables” del atentado.

Los marinos se sumaron a los mil 500 militares e igual número de policías federales enviados a la capital de Nuevo León desde el viernes pasado.

Fuentes oficiales comentaron que el contingente de marinos no es muy numeroso, pero subrayaron que el personal se distingue por su adiestramiento.

Aseguraron que con estas acciones no se descuidan otros frentes que tiene abiertos la Armada en contra del narcotráfico.