El sonorense sufrió una embolia; sus cenizas fueron esparcidas en su casa de Tequisquiapan
Miembro honorario de la AMACC, en 2009 recibió el Ariel de Oro por su trayectoria
Fue dirigido por Cazals, Ripstein y Littin, entre otros
Su alteza serenísima, entre las 70 películas en las que trabajó
Martes 30 de agosto de 2011, p. 8
El sonoronse Alejandro Parodi, uno de los mejores actores que ha dado México, falleció el pasado sábado a los 83 años víctima de una embolia, informó hoy, por medio de un comunicado, la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC). Los restos del artista, quien murió en Tequisquiapan, Querétaro, fueron incinerados y sus cenizas fueron esparcidas en su vivienda, localizada en ese municipio.
Cara ruda de facciones peculiares y talento orgánico para el histrionismo hicieron de Alejandro Parodi uno de los actores preferidos –como antagonista y protagonista– para realizadores como Miguel Littin, Arturo Ripstein, Felipe Cazals, Alfredo Gurrola, Alejandro Pelayo y José Luis García Agraz. En 2009 recibió por su trayectoria el Ariel de Oro (aunque en su carrera recibió cuatro permios en nueve postulaciones) que otorga la AMACC, de la cual era miembro honorario. Esta entidad tiene el registro de su participación en 70 filmes.
Muchos lo recuerdan cuando personificó al dictador Antonio López de Santa Anna en Su alteza serenísima, de Felipe Cazals, o al gallero mafioso Lorenzo Benavides en El imperio de la fortuna, dirigida por Arturo Ripstein, basada en la obra literaria El gallo de oro, de Juan Rulfo, que también llevó al cine Roberto Gavaldón en 1964. También se le recuerda como Espinoza, individuo de pocos escrúpulos, en Actas de Marusia (de Miguel Littin, la cual fue postulada al Óscar en 1975 como mejor película extranjera y participó en la competencia oficial del festival de Cannes el siguiente año); pero también como juez en Las poquianchis, de Cazals. Su última cinta fue El misterio de Trinidad, de García Agraz.
Parodi Montaño nació el 23 de julio de 1928 en Hermosillo, Sonora. Realizó estudios profesionales de fotografía, cinematografía y teatro. Fue alumno de arte dramático del maestro Seki Sano; además fue discípulo del cinefotógrafo Álex Phillips, de quien heredó su cátedra en la Universidad Iberoamericana. También hizo cursos en Madrid, España.
En el cine nacional debutó en 1952 en Una calle entre tú y yo, de Roberto Rodríguez. Cuatro años más tarde obtuvo su primer premio Ariel por Mujer X, de Julián Soler. El último de esos premio lo ganó como actor de cuadro por El misterio del Trinidad.
Alcanzó notoriedad con su participación en Actas de Marusia, en la que compartió créditos con Gianmaria Volonté, Diana Bracho, Eduardo López Rojas, Ernesto Gómez Cruz, Salvador Sánchez y Patricia Reyes Spíndola. En la cinta se narra la vida de unos trabajadores del salitre en Chile y su lucha por constituir un movimiento de trabajadores, que fue aplastado por la violencia y represión militares de ese país. Posteriomente se puso bajo las órdenes de Felipe Cazals en Las poquianchis, basada en hechos reales, en la que dio vida al juez que lleva el caso de las tres hermanas que mantenían una red de prostitución.
Consolidó el reconocimiento de su público al protagonizar el filme Llámenme Mike (rodada en 1979 por Alfredo Gurrola), la cual narra la historia de un policía corrupto que es encarcelado, recibe una brutal paliza, pierde la razón y se convierte en un eficaz y honesto vigilante. Por ese largometraje, en el que actuó al lado de Víctor Alcocer, Carlos Cardán y Sasha Montenegro, fue galardonado con el Ariel, pero en la categoría de mejor actor.
También destacó en Nocaut, realizada por José Luis García Agraz en 1984. Por esta cinta se llevó el Ariel en coactuación masculina (premio que también logró en ese rubro por El imperio de la fortuna). La labor en la pantalla grande siguió su curso con Lamberto Quintero, Lo que importa es vivir, El secreto de Romelia, El costo de la vida, Morir en el Golfo, El hijo de Lamberto Quintero, Mujer del puerto y Ángel de fuego. Aunque también participó en las tristemente célebres Pepito, as del volante (de 1957), El toro negro (1960), El Charro Negro contra la banda de los cuervos (1963) y El halcón solitario (1964), entre otras.
CNCA lamentó el deceso
Participó además en cintas filmadas en alemán. Compartió créditos con actores como Geraldine Chaplin, Gianmaria Volonté, Dean Stockwell, Marhe Keller y Khris Kristofferson. De su escasa participación en televisión se le recuerda en las telenovelas Penthouse (1973), con Fanny Cano, y Mirada de mujer: el regreso (2003). Su último trabajo por ese medio fue en Bodas de oro (2005), con Fernando Luján, Martha Navarro y Héctor Bonilla. Tuvo nueve postulaciones al Ariel, de las cuales recibió cuatro.
El Consejo Nacional para las Culturas y las Artes (CNCA) lamentó el deceso de Alejandro Parodi Montaño, considerado una de las figuras claves en el cine nacional
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