La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) concretó el primer paso para impulsar un proceso permanente de reforma a la institución.

Ayer, durante la sesión efectuada en la Antigua Escuela de Medicina, en el Centro Histórico de la ciudad de México, el Consejo Universitario (CU) aprobó por unanimidad su ampliación para dar mayor representatividad a estudiantes y profesores, así como incluir a sectores que no tenían presencia.

Este organismo ratificó la propuesta –elaborada por la comisión unida de Legislación y Trabajo Académico– para fortalecerse y ampliar la base de representación, al incrementarse en 55 el número de integrantes y así pasar de 228 a 283.

Se trata de establecer un equilibrio entre la operatividad y la representatividad; reconocer la figura de los técnicos académicos y su contribución a las tareas de docencia, investigación y difusión de la cultura en la universidad; incorporar a los académicos adscritos a los centros de investigación; crear la figura de invitado permanente e incluir las diversas figuras académicas (investigadores, técnicos académicos y profesores) bajo la genérica de profesor, en los términos de la Ley Orgánica de la UNAM.

Además, el CU aprobó el proyecto de modificación al Estatuto General de la institución, en los artículos referentes a la integración de ese cuerpo colegiado y a la elección de sus integrantes.

Con ello, la conformación del CU sería la siguiente: los alumnos consejeros de bachillerato pasarán de ocho a 16; los de escuelas y facultades a nivel profesional, de 44 a 52, y de ocho a 12 los representantes del estudiantado del posgrado. Los profesores de bachillerato pasarán de ocho a 12, y los de escuelas y facultades a nivel profesional, de 44 a 52.

De igual manera, se incorporarán las figuras de representantes de dependencias universitarias (cuatro consejeros), técnicos académicos (10) e investigadores de centros (cuatro). También se creará la figura de invitado permanente para dar cabida a la participación adicional de cinco trabajadores con voz y voto en las comisiones del CU, y voz en el pleno, que se sumarán a los dos que hoy tienen.

Los rubros que permanecerán sin cambio son: consejeros ex oficio (54), académicos representantes de los centros de extensión (dos) e investigadores de institutos (58).

El investigador Hugo Casanova, consejero representante por el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, quien participó durante cuatro años en la discusión de esta reforma, aseveró que la ampliación del CU constituye un hecho de gran relevancia, ya que después de más de seis décadas de Ley Orgánica se logra actualizar el marco institucional del gobierno universitario. Éste es un punto de llegada que concreta los trabajos de este órgano colegiado pero, sobre todo, es un punto de partida para la reforma universitaria en una perspectiva de futuro. La propuesta busca ser abierta y no limitativa.

En la sesión también se dieron a conocer medidas que se aplicarán en la institución para prevenir actos de violencia en sus campus y cerca de ellos. Al respecto, el rector de la casa de estudios, José Narro Robles, lamentó que dentro de la UNAM haya ese tipo de incidentes.

Recordó que en días recientes cuatro estudiantes han fallecido (uno durante un asalto y tres en accidentes viales), además de que una investigadora del campus de Morelos está desaparecida.

Subrayó que se enviará a la comisión de seguridad del CU la propuesta en materia de seguridad que la UNAM dio a conocer hace unos días para contrarrestar la violencia en el país. Tenemos que empezar dando el ejemplo nosotros, crear programas para la protección y prevención en nuestra comunidad; debemos hacerlo conjuntamente con las autoridades (de las ciudades donde existen instalaciones universitarias).

Al respecto, Imer Flores, consejero del Instituto de Investigaciones Jurídicas, resaltó la importancia de pasar del acuerdo emitido por el rector en esta materia a un reglamento construido con la comunidad y con el Consejo Universitario.

Como adelantó La Jornada, el CU también aprobó la creación del primer Reglamento de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales para la UNAM, mismo que colocará a la institución a la vanguardia en el tema.