Los tres principales partidos políticos del país condenaron, con diferentes matices, el ataque al casino Royale en Monterrey. El presidente nacional del PRI, Humberto Moreira, reprobó el acto terrorista y manifestó su solidaridad con las familias de las víctimas, mientras que las dirigencias del PRD y Nueva Alianza calificaron el hecho como inaceptable.

En contraste, el líder nacional del PAN, Gustavo Madero –quien también condenó el hecho–, aseguró que no tiene conocimiento de que militantes o ex militantes de su partido hayan autorizado la apertura de casinos sin que cumplieran los requisitos legales para operar, pero en cambio, dijo que fueron las autoridades panistas de Monterrey las que clausuraron el lugar.

Por separado, Luis Castro, presidente de Nueva Alianza, advirtió que la delincuencia organizada ya rebasó los límites y el umbral de tolerancia en el país. Es hora de pasar del ya basta a una exigencia severa de acciones encaminadas a fortalecer el sistema de justicia y reconstruir el tejido social, advirtió.

Por el PRD, la secretaria general Dolores Padierna exigió al gobierno federal más inteligencia y menos violencia en el combate al narcotráfico, sobre todo si no hay avances ni resultados.

Los que han promovido la guerra deben asumir el costo de las víctimas y dar la cara; Calderón debe disculparse con la sociedad, con los familiares de los muertos. Inició un conflicto en el que nunca comprendió las fuerzas del adversario, apuntó.

En entrevista por separado, Moreira consideró que se trata de un hecho lamentable y triste para todos quienes vivimos en este país, por lo cual hoy y siempre el PRI será solidario y apoyará cualquier causa que combata la delincuencia y proteja la seguridad de nuestros conciudadanos, con el pleno respeto de la ley.

El dirigente del PAN, quien anunció en conferencia de prensa la postergación del Consejo Nacional que se realizaría este sábado, debido al luto decretado, rechazó que él o sus familiares tengan ese tipo de centros de entretenimiento. Pero los dueños sean quienes sean, estén emparentados con quien estén emparentados, deben garantizar las condiciones de seguridad y protección civil, así como cumplir con los requisitos legales para su operación.

Por su parte, Santiago Creel Miranda, senador con licencia y aspirante a la candidatura presidencial del PAN, dijo que durante su gestión como secretario de Gobernación en la administración de Vicente Fox, se publicó un reglamento para transparentar la emisión de permisos para abrir casinos.

Pero lo que paso en Monterrey no es un problema de permisos, sino de violencia; son dos cosas distintas, subrayó, al puntualizar que la autorización para que operara el casino Royale se otorgó en 1992 y como ya salió en la prensa, estaba en litigio, operando con los recursos legales y no necesariamente al amparo de un permiso, y menos otorgado durante mi gestión.