Ganar en casa es cuestión de ritmo. Pumas, que ahora lleva a cuestas tres partidos sin vencer a un rival, apostará todo por ese fuelle que le permite ser imbatibles en Ciudad Universitaria, como hace evidente la aritmética deportiva: en los recientes tres torneos sólo han perdido tres partidos en el México 68.

No creo que nos aguanten el ritmo que imponemos en nuestra cancha, dijo con seguridad el delantero argentino Martín Bravo: Eso será fundamental.

La idea para el atacante es no dejar de presionar a los celestes, sitiarlos. Así no le cabe la menor duda de que podrán hacer daño a un equipo con el que se ha tejido gradualmente una gran rivalidad.

Esos partidos todos queremos jugarlos y ganarlos, dijo Bravo, quien no olvida que frente a La Máquina anotó un gol que resultó decisivo en los cuartos de final del torneo Apertura 2010.

En ese encuentro venían de perder 2-1 en la ida y el gol que anotó en el primer minuto permitió que los auriazules dieran la vuelta al marcador para avanzar a las semifinales.

Me ha tocado bastantes veces marcarle, ojalá pueda conseguirlo otra vez, dejó escapar el optimismo el ariete, luego de tres jornadas en las que el equipo no ha podido recuperar el pulso que mostró en el inicio del torneo.

La verdad es que hemos dejado de hacer algunas cosas, de estar concentrados, de jugar con la misma presión que traíamos en los primeros partidos. Eso nos pasó con Puebla, llegamos muy desconcentrados, añadió.

El hecho de haber perdido esa fuerza que parecía era parte de la inercia conseguida en el anterior torneo, para Bravo es un asunto que tiene una respuesta colectiva.

Siempre se acusa a la delantera o a la defensa. Si algo anda mal es responsabilidad de todo el equipo entero, explicó el jugador, a quien a veces han criticado su falta de precisión en el último toque frente al arco.

Si no hay contundencia es porque no se generan situaciones, si no se mete la pelota es porque no se define bien, todo es en conjunto, agregó.

Bravo admitió que lo importante será volver a ganar, pero no sin perder de vista que el cuadro celeste les resulta dificilísmo.

En el balance de sumas y pérdidas la ecuación se hace todavía más complicada: Pumas no tendrá jugadores claves como Francisco Palencia y Juan Carlos Cacho, ambos por lesión; David Cabrera, por la expulsión de que fue objeto la fecha pasada; y la de Marco Antonio Palacios, tras un golpe que sufrió en el entrenamiento del pasado jueves.

En el otro lado de la cancha, Cruz Azul reincorpora a elementos importantes en el avance y peligroso a la hora de definir de la mitad hacia delante, como Christian Giménez, y al arquero José de Jesús Corona, quienes regresan al terreno de juego luego de cumplir seis juegos de castigo por el conflicto en la semifinal del torneo anterior contra Morelia.

“Me pone feliz por el Chaco que ya regrese a jugar. Espero que lo ocurrido les sirva de experiencia a él y al portero… ojalá que no vuelva con un nivel muy alto”, bromeó Bravo.