Tijuana BC, 23 de agosto. Al reunirse con empresarios y líderes sociales de la entidad, el presidente Felipe Calderón sostuvo que, a pesar del escenario complejo que se vislumbra para la economía mundial, el país tiene capacidad para enfrentar un entorno adverso.

Podrán venir tormentas muy fuertes, mares procelosos, como los que se ven en la economía mundial, pero mientras tengamos firmemente sujetas las riendas de la economía nacional, hagamos lo correcto y no juguemos a la ruleta con las finanzas públicas del país, en esa medida México será fuerte y va a salir adelante. Se los aseguro, por muy complejo que sea el escenario, manifestó.

En un largo discurso sobre el rumbo económico, expresó que México ha tenido la capacidad de superar, sí con dificultad, la peor crisis económica que se haya registrado en años recientes. Auguró que muy probablemente vendrán de nueva cuenta tiempos difíciles, pero a pesar de ello, ejemplificó, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) tuvo hoy su segundo día más alto en quién sabe cuánto tiempo. Nosotros seguimos trabajando con responsabilidad para hacer una economía más fuerte y competitiva, generadora de empleos.

Destacó que se han instrumentado diversas acciones para hacer del país un mejor destino de inversiones, y mencionó que durante el primer semestre la competitividad permitió atraer 10 mil millones de dólares en inversión extranjera directa. México es más que noticias de violencia que se puedan propagar. Es competitividad, productividad. En resumen, es éxito económico para las empresas.

Calderón dijo que la clave para la estabilidad económica mexicana es mantener las finanzas públicas en orden, no dejar que se expanda el déficit publico y cuidar las reservas internacionales.

En la crisis de 1994, abundó, México sólo tenía 8 mil millones de dólares en reservas y un buen día de especulación y sacadero de dinero volaron las reservas, vino aquella devaluación y todo aquel lío.

Entonces, agregó, se aseguraba que las reservas internacionales permitirían que no pasara nada, porque, se decía, había para pagar seis meses de deuda. Actualmente México tiene no sólo para cubrir un año o dos. Incluso, ya tenemos arreglados todos los pagos de deuda externa hasta 2012. Ahora tenemos para cubrir dos veces el total de la deuda externa, tenemos reservas muy fuertes.

Éstas, apuntó, son las que dan estabilidad y hacen la economía más sólida. Aunado a ello, a diferencia de la crisis financiera de 1994, cuando se tenía un sistema bancario débil, lo que profundizó la crisis, en la actualidad los bancos tienen un nivel de capitalización muy por encima de los estándares internacionales, lo cual hace que el sistema bancario sea parte de la solución y no del problema.

En su recuento sobre cómo se sorteó la crisis de 2009 y cómo se prevé enfrentar la situación actual, Calderón sostuvo que México determinó asumir políticas responsables en el manejo de sus finanzas, que no ampliaran sustancialmente el déficit público como hicieron otros países, entre ellos Grecia, Irlanda y Portugal. Aseveró que cuando se formó la Unión Europea se determinó que ningún país podría tener un déficit superior a 2 por ciento del producto interno bruto y estos países alcanzaron en la actualidad 13 por ciento.

Poco antes, al recordar la crisis de 2009, admitió que la gran dependencia de la economía mexicana de la estadunidense generó una gran repercusión a nuestro país, al punto de caer 10 por ciento la economía. Ahora sí, se nos cayó el elefante encima, subrayó.