El presidente Felipe Calderón aseguró ayer que su trabajo es muy difícil, quizá tanto como un examen de matemáticas, y consideró que es bonito que 35 millones de mexicanos regresen a clases en paz.

La asistencia en paz de millones de alumnos a las aulas es muestra de fortaleza, valor y esperanza en el país, afirmó durante la ceremonia de comienzo del ciclo escolar 2011-2012, en la cual estuvo acompañado por Elba Esther Gordillo, lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

A diferencia de encuentros anteriores, esta vez Calderón Hinojosa y la ex priísta se mostraron distantes. De hecho, el Presidente saludó a Gordillo en su discurso sin referirse a ella. Ni más adelante, cuando destacó el apoyo del SNTE para dejar de asignar las plazas magisteriales discrecionalmente, como si tuvieran dueño.

Luego de tocar simbólicamente un timbre en el centro escolar de Cuajimalpa, para declarar el comienzo de cursos, el mandatario federal aludió al discurso de la niña Edith Romero, quien planteó a Calderón: Se me hace que su trabajo es muy difícil, creo que más que un examen final de matemáticas. Pero quiero que sepa que no está solo, que cuenta con nuestro apoyo.

Me quedé pensando en lo que me decía Edith hace rato. Unas palabras muy bonitas. Dice que se le hace que mi trabajo es muy difícil, y pues sí, efectivamente, es muy difícil. No sé si tanto o no como un examen de matemáticas. Recuerdo que mis exámenes de matemáticas eran también muy difíciles, comentó el michoacano.

Calderón Hinojosa explicó que la tarea de un presidente consiste, sobre todo, en decidir a veces entre dos cosas muy buenas y no se halla cuál puede ser mejor. Pero, añadió, no siempre se pueden decidir cosas buenas, y eso es lo verdaderamente difícil del trabajo.

En la primaria Kalpulli explicó que en el país hay problemas grandes, como el de la criminalidad, la cual se debe atacar con todo, pero resaltó que esa tarea no sólo es suya, sino también de gobernadores y alcaldes, quienes tienen bajo su responsabilidad el mando policiaco.

Mencionó que el presidente también debe tomar las mejores decisiones para evitar problemas económicos.

Después consideró que es algo muy bonito, pero también muy curioso, que ese fenómeno de que 35 millones de mexicanos vayan a clases en paz, diariamente, uno de cada tres mexicanos esté en un aula, es realmente una expresión de fortaleza del país. Es una expresión de valor y también de esperanza, y es una cifra que enorgullece porque no tiene precedente en el país.

Afirmó que, más allá de ideologías, los mexicanos deben enorgullecerse del sólido sistema educativo que tiene el país, el cual está en proceso de modernización para responder mejor a los desafíos de nuestro tiempo.

Reiteró que tiene un compromiso personal con la transformación educativa del país, y resaltó que en casi cinco años de gobierno –que cumplirá en diciembre próximo y pronto habrá de informar sobre ellos– ha emprendido cambios.

De manera previa, Gordillo Morales aseguró que los profesores reconocen y valoran la decisión tomada por Calderón al invertir en la enseñanza para situarla en los niveles de calidad requeridos y buscar que los planteles sean dignos y tengan especios digitales.

Agradeció al mandatario haber confiado en la Alianza por la Calidad de la Educación y que el viernes pasado se hayan sentado las bases de la nueva escuela mexicana con la publicación en el Diario Oficial de la Federación de una ruta para financiarla, del cumplimiento de estándares obligatorios, de una segunda lengua y la evaluación universal a los docentes.

Al empiezo de su intervención, la lideresa expresó que le embargaba un espíritu de niña y adulto al recordar cuando iba a las aulas. Luego saludó al titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Alonso Lujambio, como un gran amigo del SNTE.

Lujambio reconoció a la comisión SEP-SNTE haber firmado los nuevos lineamientos generales del Programa Nacional de Carrera Magisterial, que entró en vigor.

Tras destacar que 26 millones de alumnos de enseñanza básica comienzan este ciclo escolar, enfatizó que por vez primera habrá una evaluación universal de maestros de educación básica, con 45 por ciento de profesores.

Concluida la ceremonia, Calderón y Gordillo se trasladaron, rodeados por sus escoltas, a un salón de cuarto grado de dicho plantel y dieron la bienvenida a los alumnos. La prensa no tuvo acceso. Sólo luego de que el jefe del Ejecutivo y la lideresa magisterial abordaron sus vehículos, los reporteros pudieron salir de la escuela.