Para disminuir la dependencia alimentaria, revitalizar al campo y generar empleo para los jóvenes, la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC) acordó constituir los sistemas producto de pequeños y medianos productores de maíz, nopal, frijol, oleaginosas, café, ganadería y agricultura protegida.

Federico Ovalle Vaquera, dirigente de la CIOAC, comentó que con dicha estrategia la agrupación contribuirá a disminuir la dependencia alimentaria del país, el cual importa 43 por ciento de los alimentos que demanda la población, y alejar del asistencialismo gubernamental a indígenas y campesinos.

Para consolidar el proyecto, los dirigentes regionales levantarán un padrón de los pequeños y medianos agricultores afiliados a la organización que se dedican a las citadas actividades agrícolas y pecuarias, herramienta que servirá para que los productores abandonen los programas sociales de carácter asistencial que ofrece el gobierno y se conviertan en empresarios con capacidad de incorporarse a las cadenas productivas y al mercado.

Ovalle llamó a los campesinos a dejar de esperar el reparto de recursos de los programas asistenciales y que estos entren a la pelea de los sistemas producto, en donde predominan los agroempresarios. Nosotros debemos asumir el compromiso de implementar acciones de fomento a la producción, inversión y comercialización de alimentos.

Proponen invertir remesas

De su lado, Rodrigo Díez de Sollano, director del Fideicomiso de Riesgo Compartido (Firco), dijo que reforzará el programa Invierte en Tu Tierra. El año pasado, por este conducto, se invirtieron 230 millones de pesos, de los cuales 60 por ciento fueron aportados por migrantes.

Explicó que con dicho programa se integraron 33 proyectos agroindustriales, ecoturísticos, invernaderos, de biodigestores, de producción de biofertilizantes y se tecnificó el riego de parcelas en 12 estados, en los cuales se crearon 500 empleos directos y 9 mil indirectos en comunidades rurales.

Sostuvo que el combate a la pobreza no significa impulsar programas asistenciales, sino generar la integración de los actores involucrados. Por ello la invitación a que los migrantes participen, con sus remesas, en la capitalización del campo.

La meta, asentó en su ponencia El uso productivo de las remesas, es identificar las oportunidades de desarrollo económico de las diferentes regiones del país y utilizar 10 por ciento de las remesas para integrar pequeñas empresas dedicadas a la producción agrícola y agroindustrial.

El siguiente paso, dijo, es que el Congreso de la Unión incluya al programa en el Presupuesto de Egresos de la Federación, para que forme parte de la política pública del gobierno. Consideró que los pequeños productores pueden explotar el mercado de la nostalgia en Estados Unidos, el cual está valuado en más de 34 mil millones de dólares anuales.