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El cantautor chileno promueve en México su nuevo álbum, grabado en vivo en Colombia

Busco que una canción le haga bien a alguien; si no, mejor la dejo en un cajón: Alberto Plaza
 
Periódico La Jornada
Lunes 22 de agosto de 2011, p. a17

Hay quienes son virtuosos y sacrifican la técnica sin lograr la comunicación. Yo busco un impacto, que una canción le haga bien a alguien; si no, mejor dejo ese tema en un cajón. El sentido de cantar es que alguien lo haga bien, para los otros. Hay quienes cantan desde la rabia, otros desde la alegría, unos más desde la tristeza o la frustración. Yo canto desde la esperanza. Todo lo que hago es para que cambiemos y maduremos, pues este mundo es imperfecto y siempre hay algo que mejorar, expresó en entrevista con La Jornada el cantautor chileno Alberto Plaza.

De visita en México para presentar su álbum (dos cedés más un devedé) titulado Alberto Plaza, 25 años, una noche, grabado en vivo en Bogotá, Colombia, en el cual hace duetos con Reyli, Gilberto Santa Rosa, Aleks Syntek, Noel Schajris, Lena y otros, para un total de 26 temas, agregó que a cinco lustros de distancia la coherencia es algo que ha mantenido. La única forma de mantenerla es escuchando lo que me dice el corazón. Si se oye lo que dice el corazón del de al lado, provoca confusión. Oír la conciencia propia es la única forma de ser coherente. Por eso tengo canciones para la familia, los amigos y la pareja; siempre he intentado hacer de la música una herramienta de mi arte.

Tiene enorme fama en Sudamérica y otros países, como España, pero en México, reconoce, le falta picar piedra, comenzar desde el principio, pero no le importa.

Apertura

Sobre la forma en que se relaciona la canción de autor –con más pretensiones estéticas– con la estrictamente comercial y baladí, contestó: Siento que la gente tiene un espacio para la canción de autor, pero a veces ese espacio no está representado en los medios de comunicación. No me opongo a la música que se hace sólo para pasar un rato agradable, porque también es una expresión del alma que tiene su espacio. Deben darse las dos opciones, lo cual es básico y se logra con la comunicación. Una obra de arte es, por excelencia, comunicación.

Foto
Escucho lo que me dice el corazón, expresa Plaza

De joven vivió la posdictadura chilena (nació en 1962, en Santiago). Se inició en la música a los 5 años de edad en el programa de televisión El Tío Alejandro; estuvo en el colegio Verbo Divino y cursó ingeniería civil, ingeniería comercial y publicidad, que no fueron su futuro. Su carrera dentro de la música empezó en 1985 y en ese año se presentó en el Festival de Viña del Mar, en el que obtuvo la Gaviota de Plata por su canción Que cante la vida. Ese mismo año tuvo otro éxito: De tu ausencia, tema que lo encumbró y que lo llevó más allá de su premio como revelación.

En este nuevo álbum, precisó, se muestra una síntesis de su trabajo y de su sentido musical: “Fueron varios amigos cantantes hasta allá, hasta Bogotá, Colombia, que está en el centro de todo, y ahora iremos a Perú, porque al público le gusta tener en una sola noche a muchos de sus artistas.

Una canción tiene sus retos para hacerla y muchos creen que es fácil concebirla, pero esa idea es producto de una sociedad de consumo, en la que el dinero va marcando la pauta. Si aparece un cantante con éxito, se van todos o la mayoría detrás de eso, como ocurrió cuando la fiebre del oro, pero yo hago canciones distintas, de contenido, aunque también he compuesto piezas para momentos de celebración. Hasta le hice una canción a la selección chilena cuando participó en el Mundial de Francia, e hice el himno del Mundial de Scouts, en 1999. Toda la música puede convivir; el problema es cuando todo se va para un lado.

Triunfador en Viña del Mar, aceptó que en ese festival hay de todo y mucha sensiblería y cursilería. Hoy, Viña del Mar es una presentación de artistas, en la que se da una competencia de canciones que no tiene relevancia. Es una fiesta de seis días en la que la gente va a cantar y que de repente se ha vuelto agresiva. Puede ser un infierno para un artista.