Hay artistas que no necesitan aparecer en la televisión para seguir presentes en la memoria del público que gusta de la música popular. El prolífico Óscar Chávez, quien ahora le canta a los nietos de los de mi generación, es uno de esos que sigue aquí, dando lata, para presentar, como desde hace muchos años, su tradicional concierto anual en el Auditorio Nacional, el próximo 27 de agosto, porque lo que lo alimenta a continuar con estas presentaciones, asegura en entrevista, es cantar lo que me gusta. Jamás me han impuesto nada (me han sugerido), eso es lo satisfactorio, estar vigente, lograr los vasos comunicantes con la gente, a la que conmina: Más vale que vayan, porque se van a divertir.

Con su concierto número 14 en el Auditorio, Óscar Chávez, quien buscará crear un ambiente íntimo, se hará acompañar de sus inseparables cómplices: el trío Los Morales, y por La Única, La Internacional Sonora Santanera, agrupaciones con las que interpretará sones veracruzanos antiguos (rescatados de archivos por él y Los Morales) y boleros, que también forman parte del contexto sonoro de esta megaurbe con sus figuras del arrabal, que es la ciudad de México: “un ente vivo, que siempre ha despertado en mí ese gusto por la cultura urbana, por ese fenómeno de la canción arrabalera-cabaretera. La calle es importante. Soy de esta ciudad; nací en la Portales y me crié en Santa María la Rivera, soy chilango en vías de extinción. Sabemos que vivimos en una ciudad llena de contrastes, enorme, despiadada, a la cual hemos tratado mal, pero aquí sigue. Es una urbe viva con todos sus problemas –como los seres humanos–, no son ruinas. No hay que dejar que nos avasalle la violencia, la mala o tonta política, la falta de capacidad para conducir un país”.

El cantautor asegura que no olvidará sus tradicionales temas, como Por ti o Macondo, porque luego, no me dejan ir del Auditorio. Pero lo importante es no estacionarse. Sería sencillo cantar mis éxitos, entre comillas, y repetirme hasta el infinito. Pero no, me interesa correr riesgos, proponer cosas nuevas, aunque sea más trabajo. Intentar hacer en un escenario algo íntimo que, si uno lo logra ante el público, es grandioso, por la retroalimentación. Se trata de proponer cosas tan importantes como una canción antigua, igual que la que se hizo ayer. Lo que queremos es soprender a la gente.

Óscar ChávezFoto Rafael López Castro

Nombra parte de su lista de canciones: “Con Los Morales tocaremos cuatro sones antiguos veracruzanos, unas cinco rolas norteñas antiguas –que no tienen nada que ver con la onda grupera–, algunas cosas nuevas de mi autoría y otras piezas que la gente ha solicitado”.

El plus de lujo es la Sonora Santanera, con la que intrepretará viejos boleros, como Encadenados; Que te vaya bien, Verdad amarga y, por supuesto, Perfume de gardenias. Habrá boleros entrañables, del viejo repertorio de la orquesta, como Congoja, Hoja seca o Beso borracho, de la onda muy urbana, el mero mole de la Santanera”.

Pero también se escucharán: “Hay que saber perder, Sacrificio, Total, éxito tremendo de Celio González, que nunca he cantado. Por eso, el concierto tiene mucho de inédito”, aunque ya se presentó con la Santanera en 2008 en ese mismo sitio. Hay que decir que el encuentro del Caifán Chávez con los santaneros se dio de manera fortuita en el Fórum de Monterrey, en el que coincidimos y amarramos navajas. En esa ocasión el concierto se tituló Son del corazón.

Ya no se ocupan de la canción tradicional mexicana

Chávez dice que la canción ranchera o los viejos sones maravillosos ya no se escuchan en los medios, no les preocupa la canción tradicional mexicana. No olvidemos ese alto nivel que consiguió el bolero en el Caribe y Mexico en otro tiempo, con su texto y música, por lo que ha soportado el paso del tiempo. Lo que también sirve ante tanta vorágine de violencia, ser oasis, porque, dice, tratamos de defender ese breve espacio. La fórmula de esa defensa es trabajando, dedicándote a lo tuyo.

Pero no hay que olvidar que hay otra batalla, afirma, la de la invasión de mucha música que no tiene la importancia, chatarra, y no se trata de criticar, sino de no olvidar la imposición de algunos medios con un tipo de música que no tiene que ver con la canción popular. Hay temas desechables que dejan dinero inmediato y no importa quién la canta o la deje de cantar, son flor de un día. Hasta en los tinacos hay niveles”.

Óscar Chávez estará en concierto el 27 de agosto en el Auditorio Nacional a las 20 horas. Boletos al 5325-9000 y en taquillas del lugar.