La vulnerabilidad genera riesgos a la baja en el crecimiento, señala Grupo Financiero Invex
No habrá un segundo semestre
que la haga repuntar, asevera investigador del ITESM
Domingo 21 de agosto de 2011, p. 24
A pesar de mantener un desempeño positivo, el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de sólo 3.3 por ciento durante el segundo trimestre de 2011 confirma que el ritmo de la actividad económica en México se está desacelerando, en línea con lo que está sucediendo en Estados Unidos, coincidieron en afirmar por separado los principales grupos financieros que operan en el país y especialistas en economía.
Así, el PIB promedió un aumento alrededor de 4 por ciento en el primer semestre, inferior a 6 por ciento de igual lapso de 2010, corroborando una perspectiva de menor crecimiento de la economía para el presente año.
Aunque la demanda interna asociada principalmente a la construcción y comercio, así como la estabilidad de las variables macroeconómicas podría ayudar a mantener un ritmo de crecimiento positivo durante el resto del año, la vulnerabilidad de la economía mundial genera riesgos a la baja para el crecimiento económico de México, advirtió el Grupo Financiero Invex.
El grupo financiero Citi-Banamex adelantó que ya desde junio de este año se empieza a observar una desaceleración en la economía mexicana. Desde una perspectiva de corto plazo, las cifras mensuales del índice global de actividad económica (IGAE) mostraron que la actividad económica se desaceleró en junio, al crecer 3.6 por ciento anual frente a 4.4 por ciento en el mes anterior; y sobre una base desnacionalizada, el IGAE se contrajo en 0.2 por ciento luego de aumentar uno por ciento en mayo
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El grupo financiero Scotiabank indicó que pese a que la economía mexicana continuó con cifras positivas en el segundo trimestre del año, es notable la desaceleración en la mayoría de sus componentes.
José Luis de la Cruz, investigador del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), dijo que si el crecimiento acumulado del PIB en el primer semestre del año fue de apenas a 3.9 por ciento es evidente que con el actual escenario de desaceleración global no habrá un segundo semestre que haga repuntar la economía, por el contrario es de esperarse que continuará la desaceleración y afectará principalmente a la actividad industrial y a partir de octubre el sector servicios también lo resentirá, como ya ocurrió con el sector agropecuario
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Cuando mucho, asentó, el crecimiento económico de México se ubicará alrededor de 3.5 por ciento, abajo del pronóstico que hasta ahora mantienen autoridades y la mayor parte de los grupos financieros.
Para Roberto Galván, presidente de la consultoría Vanguardia Investment, el más reciente dato del PIB sólo es comparable al primer trimestre de 2010, es decir, antes de la crisis, o sea que técnicamente apenas estaríamos saliendo de la etapa recesiva de 2008 y 2009. Refleja el crecimiento promedio de los últimos 10 años, lo que indica que la economía de México sigue con debilidades estructurales y ligada al ciclo de Estados Unidos
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Otro factor que hace improbable crecer más de 4 por ciento es que tenemos el mismo nivel de desempleo que el registrado en el primer trimestre de 2010, muy alto para el tamaño de la economía mexicana
, puntualizó Galván.
Teresa Aguirre, investigadora de la UNAM, alertó sobre la caída trimestral de 3.7 por ciento en la producción agropecuaria al recordar que en escenarios de inestabilidad financiera los inversionistas se refugian en bienes necesarios como los alimentos, petróleo y oro, lo que puede disparar nuevamente su precio. Es un punto muy vulnerable para México si se toma en cuenta su alta dependencia alimentaria.
Frente a la insistencia del gobierno del presidente de Felipe Calderón de que la crisis viene de fuera, José Luis de la Cruz consideró que se trata de una verdad a medias, pues sostuvo que aunque “evidentemente sí hay una volatilidad externa, particularmente en los mercados financieros, esto se viene a montar en una falla estructural de la economía mexicana que es débil y está enferma, porque durante los últimos años no ha habido crecimiento ya que el promedio es de 2.50 por ciento desde los 80, y nuestro mercado laboral es precario, con escasa ocupación, mal pagado y sin prestaciones, lo que genera pobreza.