Meza y Del Olmo se quejan del arbitraje
Expulsan a Villa; se perderá el juego ante Pumas
Domingo 21 de agosto de 2011, p. a18
Cruz Azul sufrió para controlar a los aguerridos Xolos y para encontrar su propio juego, pero logró una victoria de 2-1, la tercera en su estadio, con destellos de buen juego y sangre joven que demostró entrega.
La Máquina tuvo la pelota, pero no sabía qué hacer con ella. Los minutos transcurrían y aburría a su público, que apenas llegó a ocupar un tercio de las butacas.
El equipo de Tijuana se defendió con uñas y dientes, hizo marca fuerte y de mucho roce. Un solo contragolpe logró en el primer tiempo y pegó primero.
El colombiano Dayro Moreno se adelantó por la banda izquierda, donde recibió un pase de Juan Carlos Núñez. De primera intención cabeceó una pelota picada que fue al fondo de la red con precisión y lujo, de túnel entre las piernas del portero Yosgart Gutiérrez, quien no achicó.
Moreno corrió a festejar con la pequeña hinchada tijuanense. Lleva buen paso en su debut en el futbol mexicano: cuatro partidos jugados y cuatro goles anotados.
Los cementeros no reaccionaron. Al contrario, su juego fue cada vez más gris, con pases desviados, ningún desborde de peligro y algunos pocos tiros de larga y media distancia, todos fallidos.
Israel Castro no fue ni la sombra del que era hace algunos meses; Emanuel Villa casi no tocó el balón y el chileno Hugo Droguett sólo tuvo un par de oportunidades. Fue hasta el minuto 42 la única situación de peligro real que generó Cruz Azul durante el primer tiempo.
Desgaste y frustración entre los celestes, que incurrieron en faltas y se dedicaron a enfrentar el arbitraje. El silbante José Alfredo Peñaloza respondió con tres cartones amarillos y Waldo Ponce, Fausto Pinto y Villa en una misma jugada.
El técnico Enrique Meza suplió al canterano Adrián Cortés por otro jugador de fuerzas básicas: Javier Aquino. Sirvió el cambio.
El local salió al complemento con empuje y en pocos minutos, –tan sólo tres–, logró el empate.
Aquino hizo el trabajo duro y habilitó al colombiano Edixon Perea, quien remató de cabeza en su presentación ante la afición cementera, al minuto 48.
Con el gol y otro ajuste –César Villaluz por Castro–, los Cementeros levantaron la cabeza y volvieron a acosar a los Xolos, que nuevamente equivocaron la marca.
Resultó letal el fallo y Aquino, otra vez, puso el balón donde era necesario, casi sobre la cabeza del Tito Villa, quien no perdonó y anotó el 2-1, al 68.
El duelo cuerpo a cuerpo siguió subiendo de tono, hubo algunos jaloneos y al minuto 77 el árbitro sacó la segunda amarilla para el argentino, por una llegada a destiempo sobre Egidio Arévalo. Aplaudido pero enojado salió Villa, quien se perderá el partido contra Pumas.
Cuando Cruz Azul por fin encontraba su juego efectivo se quedó con 10 hombres. Meza sacó a Droguett por Javier Flores, defensa con mayor movilidad, y la porra dio su indicación, pongan huevos, azules pongan huevos
.
En la cancha los jugadores defendieron con energía la ventaja y apretaron más con otra llegada de Perea, a pase de César Villaluz. No hubo gol y tampoco en una inmejorable oportunidad que después tuvo Tijuana, cuando Fernando Arce dejó la pelota a pocos metros de la portería, pero nadie la empujó.
En términos generales nos sobrepusimos y trabajamos bien defensivamente
, evaluó después Meza, aunque admitió en la primera parte quedaron a deber: No estábamos bien, los centros eran malos y no teníamos movilidad
.
El entrenador visitante, Joaquín del Olmo dijo: El rendimiento del equipo no se ve reflejado en puntos
, dijo, pero reconoció que no supieron mantener la ventaja y fallaron al definir. Suman tres derrotas en seis jornadas, aunque confió en que los resultados llegarán. Hoy más que nunca tenemos que estar tranquilos
.
En conferencia, ambos técnicos se quejaron del arbitraje. Meza acusó un duelo trabado, con muchísimas faltas
y un seguimiento
contra su portero, mientras Del Olmo sugirió que otra vez les cobraron en contra porque hoy Tijuana no tiene peso su playera
.