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Celebraron el 85 aniversario y los más de 60 años de trayectoria del coreógrafo y bailarín

Dichoso, el maestro Guillermo Arriaga recibió festivo homenaje

En el teatro Julio Castillo, diversas agrupaciones intepretaron las piezas distintivas del artista

Sólo he tratado de pagar un poquito a este maravilloso país que amo, expresó el creador

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En la imagen, los bailarines Miriam González y Alfredo García flanquean a Guillermo Arriaga al término de la ejecución de Zapata, coreografía considerada una obra maestraFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Domingo 21 de agosto de 2011, p. 2

Después de que danzaron, cantaron, hablaron y proyectaron películas en su honor, como homenaje por sus 85 años de vida y más de 60 como creador, Guillermo Arriaga, bailarín, coreógrafo, compositor, investigador, docente y promotor cultural, autor de la famosa puesta Zapata (1953), considerada una obra maestra, dio las gracias y dijo al público del teatro Julio Castillo: “Lo único que he hecho es tratar de pagar un poquito a este maravilloso país que amo, y profundamente adoro, por lo que me ha dado. Este hermoso país que no nada más es de narcos y violencia. Aquí estamos las gentes de paz”.

Antes, el autor de obras como El sueño y la presencia (1951) y La balada mágica (1952), hasta sumar unas 300 coreografías cortas y largas para televisión, cine, ópera y teatro, y más de 60 piezas de repertorio para grupos folclóricos, había dicho: He tenido problemas de salud, pero el coraje puede más que las enfermedades.

Fue uno de los varios clímax y sorpresas de la larga gala-homenaje de más de dos horas, titulada Danza, música y literatura: Guillermo Arriaga, festejando 85 años de vida, realizada la noche del viernes y en la que participaron la compañías Mexicana de Danza Contemporánea y Nacional de Danza Folclórica, así como la agrupación de música y acrobacia Eros Ludens.

En el reconocimiento al también fundador del Ballet Mexicano, el Ballet Popular de México, el Centro Nacional de Investigación para la Danza José Limón y del Premio Nacional de Coreografía, intervinieron además las actrices Pilar Pellicer y Ofelia Medina, quien exclamó: ¡Zapata vive! Gracias, maestro, nos has inspirado. En nombre de tantos que fuimos tus alumnos, gracias. ¡Zapata vive, y Guillermo Arriaga sigue y sigue y sigue!

Pellicer mencionó varias anécdotas de Arriaga y leyó una carta que el creador envió a la pintora Leonora Carrington en 2009, con motivo de sus 90 años, en la que evocaba la escenografía hecha por la pintora para La balada del venado y la Luna (1949), de Ana Mérida, y que el joven Guillermo llegó a interpretar.

Durante la presentación de Eros Ludens el bailarín y cantante César Romero, Sissa, hizo danza acrobática, interpretó canciones de y para Arriaga y hasta logró que el maestro también cantara y se tomara un tequila en el escenario. Qué bien canta usted, dijo el coreógrafo a Sissa.

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La actriz Ofelia Medina agradeció a Guillermo Arriaga la inspiración que de él ha tomadoFoto Roberto García Ortiz

El homenaje comenzó con la proyección de un video sobre la vida y obra de Guillermo Arriaga (ciudad de México, 4 de julio de 1926); luego, la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Consuelo Sáizar, lo definió como uno de los hombres que ha hecho grande a México. Y agregó: Rendimos un merecidísimo homenaje al creador de atmósferas, inventor de lenguajes siempre nuevos y sorprendentes, al embajador de la danza mexicana en el mundo.

La funcionaria, quien le dio un diploma por la ocasión, dijo que su legado sigue presente en la danza mexicana clásica, contemporánea y folclórica, además de ser un embajador de la cultura de México en el mundo.

Antes, el subdirector general de Bellas Artes, Sergio Ramírez Cárdenas, reconoció al homenajeado como gran impulsor de la danza en el país y creador pleno.

Como parte del programa se realizó la proyección cinematográfica de la coreografía monumental Teotihuacán, realizada en dicha zona arqueológica y que Arriaga creó en 1968 para la recepción cultural de los Juegos Olímpicos.

También se interpretaron La balada del venado y la Luna, a cargo de la Compañía Mexicana de Danza Contemporánea y música de Jiménez Mabarak, y Soy (2008), creada por Arriaga y Eduardo Flores y ejecutada por éste último, con texto y voz de Pablo King y la música sublime de Mahler.

Además, Pirecuas y Danza de los Parachicos, ambas consideradas Patrimonio de la Humanidad, a cargo de la Compañía Nacional de Danza Folclórica, dirigida por Nieves Paniagua, quien le dijo al coreógrafo que con su Zapata entendió lo que es el amor a la tierra, y que con su amplia trayectoria ha dejado una huella larga y profunda al dar a conocer la herencia ancestral de México.

Al final, la Compañía Mexicana de Danza Contemporánea interpretó Zapata, con música de Moncayo y escenografía y vestuario de Miguel Covarrubias. Los intérpretes fueron Miriam González y Alfredo García, éste con 15 años interpretando al Caudillo del Sur. Antes de bajar el telón podía verse a Guillermo Arriaga feliz, en medio de ambos, tomado de sus manos.